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"Arrastra miserias por los mares del mundo"

Para quienes salimos de la Argentina posmenemista, la canción no es nueva. El proceso de vulgarización al que el país se ha visto sometido también atrapó -cómo no- al fútbol. Una nación que ha experimentado, como dice el tango, "la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser" ha borrado la razón como eje vertebrador de la sociedad para dar paso a la visión chabolista, hegemónica y tiránica del vale todo.

Desde los más altos cargos del gobierno hacia abajo y desde abajo hacia arriba los argumentos se apoyan en el "porque me sale de las narices", imponiendo la lógica pandillera para indicar los caminos a seguir aunque por lo general no conduzcan a ningún lado.

En esa orgía social la patria se fue diluyendo y quedó atrapada en el territorio mafioso que impone su ley a diestra y siniestra. Y en ese paisaje Maradona era un mal inevitable. La figura del antihéroe debía volver a ponerles el pecho a las balas y así lo hizo. "No me afecta; me critican desde que tengo 15 años", se le escuchó decir después del partido con Paraguay, como si de algo personal se tratara. La visión dicotómica que tiene el astro para ordenar el/su mundo le impide saltar el corral en el que está encerrado sencillamente porque no lo ve.

Y entonces la culpa es de los periodistas, de Messi y de los jugadores de afuera, dividiendo a los de "adentro" y a los de "afuera" como si estos últimos estuviéramos vetados a la hora de realizar una acción o de esgrimir una opinión.

Mal asunto para quienes tenemos la esperanza de que algún día vuelvan a "ser eternos los laureles que supimos conseguir"; sin darnos cuenta, somos rehenes de los que se han apropiado de la nueva cultura popular Argentina, cuando nos creíamos desembarazados de las imposiciones de la oligarquía que, dicho sea de paso, ha vuelto a tomar oxígeno en el campo para embestir con más fuerza calando en las capas medias que participan aterradas en una guerra prestada.

Así las cosas, nuestra selección es un barco a la deriva que arrastra sus miserias por los mares del mundo.

Jorge Colipe, DNI 20.122.713

Albox, Almería, España



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