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"Por favor, no nos defienda más"

Mi intención es contestarle al señor Reinar Kalmbach, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Para nada estoy de acuerdo con su carta.

He votado siempre que me correspondió como ciudadano hacerlo, desde 1956. La mayoría de las veces mi voto no me produjo la tranquilidad de haber acertado con las promesas políticas y en otras oportunidades francamente me sentí estafado, pero no voy a señalar hechos puntuales que en algunos casos tienen más de treinta años y ya pertenecen a la historia.

No apruebo la política global de la presidenta y las influencias que pueda tener pero voté a su esposo en el período anterior, algo de lo cual no me arrepiento. Es decir que no tengo una tradición política sino más bien búsqueda e inquietudes. Esta incoherencia me hace bien pues a grandes rasgos me manejo con los conceptos de los diez mandamientos que muy en el fondo comparto con el pastor.

En referencia a los primeros conceptos del pastor -"Una sociedad tan enferma que ya no tiene fuerza para reaccionar ante tanta perversidad y decadencia sin precedentes en este país"- y considerando que es inmune y goza de buena salud mental, le recordaré, mal que le pese a su "perfeccionismo" plagiado de los medios de información de la clase privilegiada argentina, que el fútbol es de interés nacional, por si en alguna oportunidad le toca gobernar. Incluso muchas iglesias de distintos credos tienen instalaciones para practicar este deporte.

Cuando se refiere a sus frecuentes viajes al exterior por razones de trabajo debe comportarse cínicamente defendiendo lo indefendible y pasa a referirse a la capacidad de producción de alimentos de nuestro país -no de este país-, documenta su aseveración y manotea datos producidos por La Conferencia Episcopal, con cuyo accionar se puede o no estar de acuerdo.

Mucho me gustaría saber a qué países viaja, para hacer una radiografía política de los mismos y determinar de qué pata cojean. Le recuerdo que el Tango es el medio de transporte de todos los presidentes de la Nación y que además se olvida de opinar sobre la ley de medios de comunicación.

Por favor, pastor Reiner Kalmbach, no nos defienda más... con defensores como usted no necesitamos atacantes.

Rodolfo Darriba

LE 7.560.897

Cipolletti



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