Concepción Cides de Domínguez o sencillamente "Lita" para los muchos vecinos de Allen que la conocimos. De aspecto frágil pero de enorme vitalidad, condición humilde y hábitos austeros, construyó una familia ejemplar y siempre se las ingenió para repartir el tiempo entre sus seres queridos y su voluntariado comunitario.

Sustentada en profundas convicciones y firmeza en la acción, arremetió contra las injusticias sociales. Su audacia y valentía solían incomodar a políticos y amigos del poder, ineludibles destinatarios de sus reclamos sociales. Honestidad, sentido común, perseverancia, generosidad y un infinito amor al prójimo, sus normas de vida, con la sabiduría de las personas inteligentes y agudas observadoras de la vida que con espíritu crítico saben reconocer y distinguir las conductas de sus semejantes y obrar con equidad. Fiel testimonio de una genuina fe cristiana, se desveló por los más necesitados.

Respondiendo a una sólida conciencia ciudadana que ejerció con pasión admirable, se involucró colaborando en todas aquellas manifestaciones que iban en procura de una comunidad mejor. La junta vecinal del barrio Norte, el Consejo de Salud del hospital, el grupo de la capilla del barrio, el coro municipal, el Concejo Deliberante y la Pastoral Social, entre otras, fueron instituciones que supieron de su vocación de servicio y activa participación. Su natural modestia y su bajo perfil sólo cedían ante el optimismo y la pasión que ponía en todas sus acciones. Además de su entrega y generosidad, "Lita" tenía una virtud especial: guardaba una exquisita coherencia entre lo que pensaba, decía y hacía. Mujer, esposa, madre, vecina, amiga, ciudadana... todos los roles en una misma persona. Un ejemplo, un ejemplo de esos que honran la vida aun después de la muerte.

Carlos A. D´Amico, DNI 11.110.780

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