El viernes 28 de agosto por la madrugada robaron en un edificio en pleno centro de Neuquén capital. Destruyeron las puertas de los departamentos de todo un piso y usaron, para camuflar el ruido, un auto con música a volúmenes equiparables a los de un boliche. Nosotros, vecinos, llamamos a la Policía, al 101, y obtuvimos como respuesta una ausencia rotunda. Primero más de 30 minutos para lograr comunicarnos con alguien, suponemos algún oficial, que sin identificarse y sin tomar detalles acordó enviar un móvil al lugar, lo que nunca se concretó.

A la mañana siguiente los vecinos perjudicados lograron materializar la presencia policial en el domicilio afectado y el mismo oficial no pudo contactarse con la comisaría desde sus propios dispositivos. Una vez relatados los hechos se les consultó acerca de algunos procedimientos como la toma de huellas digitales, a lo que la policía respondió: "El departamento está muy limpio y con Blem, por lo que no podemos"; se les sugirió entonces que las tomaran en otro departamento, ya que no todos limpian con Blem, a lo que respondieron: "Ah, pero tiene que venir un perito. Es un quilombo".

La respuesta de la Policía es deficiente desde el mismo instante en que se requiere su intervención. Impotencia. Indignación. Vergüenza. Angustia. Miedo. En cualquier momento usted puede estar sintiendo lo mismo que nosotros.

Por vecinos del centro neuquino,

Ramiro Vaca Narvaja, DNI 24.606.947 - Neuquén