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"La defensora no está sola"

Carta abierta a la defensora del Pueblo:

La aplaudo, la felicito y admiro por su capacidad y voluntad inquebrantable para enfrentar, con su accionar, a tanta desidia y delitos consumados por entes institucionales y privados. Por su coherencia y desafío a retos que le hacen desde distintos puntos de la provincia y por cómo desarrolla sus luchas en defensa de la honestidad y el camino que deben llevar esas irregularidades.

He leído en "Río Negro" que se siente sola, despojada de todo apoyo institucional ante tanta oposición a su labor, que persigue el desarme de atropellos y malversaciones que saltan a la vista de cualquier ciudadano. Pero algunos de los sectores políticos han llenado sus arcas con hambre y sangre del pueblo, que ha cumplido con su rol tributario.

Yo, como empleado nacional y luego de aportar como autónomo durante 52 años para poder cobrar una jubilación, la que para nada condice con los años aportados, percibo menos que algunas de las personas que hoy pertenecen al cuerpo emérito de nuestro país, sin jamás haber depositado ningún tipo de aporte por decisión propia. ¿Por qué tengo que pagar de mi bolsillo ese costo político?

De nuestros gobernantes, y como usted dijo en este matutino con respecto al 82% móvil, yo también quiero cobrar ese porcentaje, porque aunque estoy jubilado sigo trabajando como autónomo y continúo pagando jubilación. Por consultas que hice a un abogado sobre el porqué de la escasa jubilación que percibo, me respondió que se toma como guía los últimos 10 años, lo que quiere decir que aporté durante 42 años al divino botón. Tengo muchos pagos hechos con fechas diferidas a las que se indican en los recibos, pero de todas formas yo cumplimenté 52 años de aportes.

Quiero que se haga un prorrateo para que se calcule mi jubilación. Otra de mis preguntas es por qué debí recurrir a un abogado y a un contador a los que pagué con dinero de mi peculio para que se me efectivice mi jubilación, cuando la Anses debe tener toda una infraestructura para tal caso.

Una vez más, señora Ana Piccinini, mis respetos por su audacia y osadía al enfrentar tanto viento en contra y recuerde que no está sola, que somos muchas las personas que pensamos como usted.

Francisco G. García

LE 7.567.353 - Allen



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