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Villagra se codea
El cordobés fue sexto en Jordania, donde Hirvonen cantó victoria.

El cordobés Federico Villagra logró un valioso sexto lugar y tres puntos en el Rally Jordania, en la quinta prueba del Mundial que ganó el finlandés Mirko Hirvonen.
El “Coyote”, con un Ford Focus del equipo Munchi’s, también obtuvo una sexta ubicación en Argentina.
Ayer, en la tercera y última etapa, consiguió avanzar dos lugares al aprovechar los problemas que tuvieron finlandés Jari-Matti Latvala y del estonio Urmo Aava.
Hirvonen desbancó al español Daniel Sordo y se quedó con el triunfo en la “premiere” de la prueba en el Mundial.
El piloto de Ford terminó con 1m 15s 7/10 de ventaja sobre el español del Citroën C4, que había empezado la última etapa como líder, aunque con muy poco margen sobre sus escoltas.
El triunfo le permitió al finlandés ponerse líder del Mundial, superando al francés Sebastien Loeb, quien tuvo que abandonar el pasado sábado luego de un insólito accidente, y pese a que ayer reanudó la prueba, terminó décimo y no obtuvo puntos.
El podio lo completó el australiano Chris Atkinson, con Subaru Impreza, quien por cuarta vez en la temporada terminó en tercera posición. En esta ocasión, completó el recorrido 4:49,5 minutos más lento que el ganador.
La táctica de Ford, que logró su victoria número 66 en el Mundial, funcionó a la perfección. “Metí mucha presión. Nuestra táctica de dejarnos caer un poco el pasado sábado salió bien”, admitió Hirvonen.
El finlandés lidera el Mundial con 35 puntos, cinco más que Loeb, mientras que Ford, defensor del título de marcas, aumentó a siete unidades su ventaja sobre Citroën.
Loeb buscaba en Jordania su victoria número 40 en el Mundial de rally y lideraba la prueba con 34s 1/10 de ventaja sobre Sordo cuando tuvo el accidente.
El francés chocó de frente con el Citroën C4 de Conrad Rautenbach, de Zimbabwe, en una curva cerrada durante un enlace.
Mientras el africano se dirigía a iniciar una especial, Loeb venía de finalizarla.
“Fue una locura de accidente que seguro que se podría haber evitado si Rautenbach no hubiera ido tan rápido”, lamentó Loeb.

 



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