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De punta a punta
Raikkonen no tuvo contras, en una prueba histórica para Ferrari.

El finlandés Kimi Raikkonen consiguió ayer el triunfo en el Gran Premio de España y con el segundo puesto de su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, cerró otro impresionante “1-2” para Ferrari en una prueba accidentada en la que abandonó el ídolo local Fernando Alonso.
Raikkonen logró su segundo triunfo en el Mundial y el tercero seguido de Ferrari, que gracias al segundo doblete en serie lidera la Copa de Constructores.
El finlandés aumenta su ventaja al frente del Mundial, después que el inglés Lewis Hamilton terminó tercero con su McLaren-Mercedes Benz y el polaco Robert Kubica fue cuarto con el rendidor BMW-Sauber.
Alonso decepcionó a los 132.600 aficionados que asistieron al circuito de Cataluña en un caluroso día para ver su esperada “resurrección”.
Se retiró en la vuelta 34, cuando el motor de su renovado Renault se paró y empezó a humear.
Antes, el finlandés Heikki Kovalainen hizo contener la respiración con un espectacular accidente en la vuelta 21 al reventar la rueda delantera izquierda de su McLaren.
A pesar de su violento choque con el muro de neumáticos, salió consciente del coche y fue trasladado al hospital sin “lesiones visibles”. La primera curva era la decisiva para la prueba. Alonso salía a defenderse y Massa, Kubica y Hamilton a atacar.
El español no pudo aguantar el ataque de Massa, quien con su Ferrari le superó con claridad por el exterior. Pura potencia “rossa”.
Hamilton superó por adentro a Kubica y quedó justo por detrás del Renault. Dos curvas después, los alemanes Adrian Sutil y Sebastian Vettel chocaron y quedaron afuera. Entró el coche de seguridad.
Fue un simple freno para Ferrari, que se disparó de nuevo con sus dos coches, en especial Raikkonen.
En teoría, poco se podía esperar en el previsible trazado de Cataluña hasta la primera parada en boxes.
El finlandés se fue escapando vuelta a vuelta. Se convirtió en el único que giró por debajo de 1m 23s en las diez primeras vueltas.
Mientras, Massa incrementaba su diferencia con Alonso, quien, a su vez, no se veía acosado por Hamilton.
Alonso fue el primero en entrar a repostar en la vuelta 16. ¿Cómo respondería el nuevo Renault con mucho peso?
Los McLaren-Mercedes iban a parar tarde, por lo que era el momento de Hamilton para poder superar al español. Ferrari estaba en otra dimensión. Alonso perdió el puesto en favor del inglés y también de Kubica. El Renault, cargado, no fue tan competitivo.
En la vuelta 21 entró de nuevo el auto de seguridad por el aparatoso accidente de Kovalainen.
Con el “safety car” en cabeza y los pilotos alineados, todos los ojos estaban puestos en el estado del finlandés. El alemán de BMW, Nick Heidfeld, entró en boxes a punto de quedarse sin combustible, pese a que sabía que eso le iba a costar un paso adicional por boxes como sanción.
Lanzada de nuevo la prueba, los Ferrari siguieron por delante de Hamilton y Kubica, mientras que Alonso era quinto, bastante lejos.
Pero el Circuito de Cataluña se estremeció y los 132.600 fans se unieron en un lamento cuando en la vuelta 34 el R28 de Alonso se paró.
Hubo nueve abandonos en una prueba accidentada y con muchos problemas mecánicos consecuencia quizás de las nuevas evoluciones.
La segunda y última parada en boxes no alteró nada. Las últimas 15 vueltas fueron más tranquilas. Pese a los “autos de seguridad”, el finlandés nunca vio en peligro el triunfo. Volvió a facturar y sueña.

 



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