Una vez más, después de 26 años con siete derrotas consecutivas en el Partido Justicialista para elegir gobernador y vice, prácticamente los mismos actores, en un nuevo intento de más perpetuidad, comienzan la carrera destructiva que les ha permitido a los rionegrinos soportar 26 años camino de los 28 de un desgobierno tras otro, producto de la ineficiencia permanente de gobernantes que, beneficiados por una oposición más ineficiente aún, han podido mantenerse en el poder.

Muchos son los que se preguntan el porqué de tanta ambición por parte de quienes vienen siendo derrotados permanentemente en las elecciones para estos cargos, a tal punto que están destruyendo el partido que les permitió en lo personal hacer de la política un medio de vida, algo que con seguridad en la actividad privada no les hubiera sido tan favorable. No hay duda de que esto es lo que prima a la hora de elegir, acompañados por un grupo de dirigentes que les han permitido usufructuar sus caprichos y satisfacer sus aspiraciones personales pero que al partido y a la provincia de nada le sirvieron para salir del infierno en que la metieron pésimos gobiernos radicales.

Una vez más rumbeamos hacia una interna que después en las generales se convierte en una papa servida para los radicales, porque estos tipos se sacan toda la mugre al sol en esa interna y después, minga que el que pierde ayuda. Estas prácticas son una fija en el peronismo de Río Negro desde hace décadas. Miremos nomás las elecciones de l995, 2003 y 2007: sobran los dedos de las manos para contar a los responsables de todas estas derrotas... ¿qué nos puede hacer pensar que no será igual? Por eso es necesario que los muchos afiliados del PJ se animen, aunque sea desde el anonimato que otorga el cuarto oscuro, a terminar con las pretensiones desmedidas de estos personajes. Hay que hacerles frente en las internas y que pase con ellos lo que pasó con los K el 28 de junio de este año.

Rubén Ali Yauhar

LE 8.211.757

Los Menucos