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"Abuelos que hoy sufren el abandono"

Hay tres pilares básicos sobre los cuales descansa el correcto funcionamiento de la sociedad: la educación, la salud y el trabajo. La educación forma ciudadanos críticos y capaces de analizar los hechos de la realidad social de manera objetiva, la cual se imparte desde el ejemplo, pues nuestros hijos, hermanos y amigos nos observan y aprenden de nuestras actitudes.

Los políticos que hoy descuidan y desvaloran a los abuelos y abuelas, en un futuro no muy lejano van a estar en la misma posición.

En referencia al párrafo anterior, podemos citar el triste caso de los geriátricos de Plaza Huincul, Zapala, Centenario y Cipolletti, próximos a cerrar debido a la falta de responsabilidad de nuestros gobernantes.

Los establecimientos mencionados se encuentran en estado de emergencia, dado que no reciben los insumos y pagos por parte de PAMI y tampoco son ayudados por la provincia desde hace ya siete meses.

Los médicos, enfermeras y demás personal de estas instituciones no cobran lo que les corresponde desde hace siete meses, y en todo este tiempo han podido subsistir mediante créditos, pero ya no lo pueden hacer. Más de medio año ha transcurrido y no tienen la capacidad para comprar pañales, medicamentos ni comida, indispensables para la vida de los abuelos.

No debemos olvidar que ellos son, en principio, personas, con la dignidad que ello representa y la responsabilidad social que deviene de aquella dignidad. Por derecho natural se debe proteger a las personas; del derecho a la vida, el máximo y primario principio, se desglosan el de tener una vida digna y el de la integridad física y psíquica. En ellos está consagrada la garantía que debe imperar, la que enuncia que se debe proveer a la protección de toda persona, sin distinción de cualidades o accidentes.

Nos encontramos frente a un maltrato, un problema de evolución. Podemos ver en carne propia otras ciudades, como por ejemplo Bahía Blanca, en las cuales funciona correctamente la atención a la ancianidad, a los dolientes mentales, a los terminales y a todos en general, dignificando la vida. Se destina coherentemente el dinero que corresponde para satisfacer las necesidades básicas para cada situación.

¿Y por qué en Neuquén y Río Negro, provincias tan ricas en recursos naturales, no funciona como debería el sector salud?

Y si de evolución se trata, ¿hasta cuándo vamos a frenarla? Una sociedad avanza si se invierte en educación y salud, si se dignifica a la persona en todos los sentidos. Éste es un llamado a la reflexión para que no dejen a los abuelos en la calle.

Ellos, que hoy sufren el abandono, durante más de 35 años hicieron aportes a la obra social que hoy les da vuelta la cara y los deja en la calle, y esto tiene un nombre: abandono de persona.

Dalila Astorga Benente, DNI 35.037.827

Perla Elizabeth Benente, DNI 18.426.129

Germán Jesús Blanco, DNI 3.434.776

Carlos Segundo Baesa, DNI 7.297.934

Cutral Co



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