Observo mucha desazón en los habitantes en general de Río Negro y Neuquén por la calidad de la conducción política y el desmoronamiento de la actividad laboral, especialmente en las petroleras y derivados, empresas que manejan la situación como quieren con contratos que no se cumplen. Sólo basta dialogar con personas que están dentro de ellas y ver cómo los principales políticos conductores se arrastran detrás de los K vergonzosamente para pedir limosnas que esta pareja nunca les dará.

Estas provincias poseen recursos propios para salir adelante y no lo pueden hacer.

Ver cómo el señor Pichetto quiso ocultar lo del dengue de su amigo Capitanich. Hoy documentales televisivos terminan de corroborar dura y dolorosamente la realidad chaqueña, lo que ya antes había explicado -a Capitanich se le terminó de caer la máscara-. La misma está en una situación desastrosa, de pobreza y desatención. Son hermanos argentinos; parece un África local.

Este gobierno nacional y sus amigos oportunistas ya no pueden ocultar más nada.

Mario Fritzler

DNI 10.644.493 - Neuquén