Luego de enterarme de que se flexibilizaban las medidas de emergencia que hacía sólo tres días en una reunión de los máximos representantes de Salud con los intendentes de Valle Medio se habían impuesto para detener el avance de enfermedades respiratorias y casos sospechosos de gripe A que ponían en jaque al sistema de salud de la zona y a los habitantes, me invade un sentimiento de impotencia.

Quiero tirar puñetazos al aire de sólo pensar lo que se puede provocar. Hace varios años que me nutro constantemente de información para poder volcarla en mi participación en medios radiales, y ese ejercicio hace que uno analice los efectos que vienen aparejados. Fue mi labor informar de la preocupante situación a la que nos enfrentábamos ya que un país como México había paralizado todas las actividades durante 15 días para controlar un brote de gripe A virus H1N1 y contabilizaba más de 200 muertes. Lo logró al cabo de las tres semanas posteriores, con la ayuda de la llegada del verano al hemisferio norte.

Muchos se reían o me criticaban pero aquí, en Argentina, sólo se tomaron tibias medidas en los aeropuertos -claro, todo el mundo estaba preocupado por unas elecciones legislativas adelantadas por el gobierno-. Mientras tanto, el jefe de Gabinete nos vendía el milagroso Tamiflú y la ministra de Salud, tan cuestionada por la tardía reacción ante la epidemia de dengue, no fue escuchada para postergar las elecciones -y eso incluso le costó la renuncia un día después del 28 de junio, cuando nos juntaron como a animales en las escuelas sin que a los señores les importara si nos contagiábamos la gripe A-.

El 29 de junio explotó todo. Surgieron las cifras reales de la pandemia ya declarada en el mundo, que afectó a más de 120 países, y el nuestro, con los hospitales desbordados. Aquí, en el Valle Medio, con las escuelas vacías por las enfermedades respiratorias, se veían afectados alumnos y docentes, sin saber qué hacer.

Hasta que se decidió adelantar el receso escolar, medida que ya habían adoptado las demás provincias y que pedíamos desde los medios locales para evitar contagios masivos. Pero era tarde; había varios casos sospechosos, incluso con fallecimientos. Se enviaron hisopados al Instituto Malbrán -que estaba desbordado y cuyos resultados tardó en remitir al hospital zonal de Choele Choel- y, a pesar de ello, reunidos nuevamente responsables de Salud, intendentes y comerciantes que veían afectados sus ingresos por la emergencia, se decidió flexibilizar las medidas sin que importara verdaderamente la salud de la población, total si hay contagios vuelven a cerrar y con eso solucionan todo.

Cómo quisiera que hubiesen invitado a los familiares de los fallecidos o a algunos de los afectados por estas enfermedades para que les explicaran por lo que habían pasado, antes de determinar las medidas a seguir. Mientras estaban reunidos el Malbrán informó que ya no podía recibir más hisopados porque estaba saturado y países como Australia comenzaban campañas exhaustivas para no pasar por lo mismo que el nuestro. Además, hay alerta por un posible rebrote en muchas zonas afectadas.

Señores responsables de los habitantes del Valle Medio, comenzaban a ganar esta batalla contra la gripe A y otras enfermedades respiratorias graves como la neumonía... ¿por qué dar lugar a que el enemigo se recupere? ¿O tienen intenciones de hacernos utilizar algunos de los 400.000 tratamientos de Oseltamivir que llegaron a la Argentina en tres aviones, que incluso si no son aplicados a los afectados dentro de las 48 horas el proceso de recuperación es dudoso? Estos virus no hacen diferencia y estamos todos expuestos, ¡sean sensatos, por favor!

Eduardo Sergio Spina, DNI 21.386.183

eduardosspina@hotmail.com

Choele Choel