>
"Lamento que esto suceda"

Con mucho malestar leí el artículo publicado el 4 de agosto en este diario, donde se menciona que la máxima cúpula de la Policía de la provincia de Río Negro dejó cesante al oficial Gabriel Ormeño, quien cooperó con la jueza Marisa Bosco, del Juzgado Penal Nº 30 de la ciudad de Choele Choel, en las causas por trata de personas con fines de explotación sexual.

Es lamentable la decisión totalmente arbitraria de cesantear al efectivo por no haber acatado la orden de su traslado a Bariloche, en momentos en que se encontraba a disposición de la Dra. Marisa Bosco en la investigación del delito de trata de personas.

Desde Roca, Choele Choel y Sierra Grande, varios funcionarios policiales están involucrados con tratantes y, en algunos casos, hasta los comisarios les brindan "puestos" en los domicilios particulares de estos delincuentes que comercian con la esclavitud de mujeres, niñas y adolescentes, solicitando "sexo" a cambio de esos servicios. También oficiales que acomodan las adicionales a efectivos de su confianza para que cubran en los prostíbulos donde existe trata de personas. O bien hacerles las "fichas" a las menores cautivas para sustituir su identidad y aumentar su edad o también para salir en el patrullero a hacer los mandados del prostíbulo. Entre otras decenas de situaciones y hechos que ocurren en nuestra provincia?

¿Por qué el señor jefe de Policía no cesantea a estos corruptos efectivos que lo único que hacen es perjudicar a la institución? ¿Por qué deben pagar los "buenos policías" por sus acciones, que lo único que generan es buscar la verdad y castigar a los culpables? ¡Será que existen intereses que deben ser protegidos!

Estas acciones se suman a otras donde el mismo ministro dice: "Tanto lío por un prostíbulo" o "en Choele Choel no hay trata de personas"? expresiones llenas de poca vergüenza cuando, desde el 2005 hasta la fecha, todos los años se generan allanamientos en los prostíbulos de Choele Choel en los que vemos a mujeres paraguayas en "extrema situación de vulnerabilidad", quienes ingresan al país debiendo a los tratantes y convirtiéndose en esclavas por deuda, una de las tantas formas que adopta la trata de personas. Pero el señor ministro no puede ver (o no quiere) más allá de su escritorio.

Ahora, ¿qué piensan hacer los funcionarios? ¿Dejar que los señores feudales de la institución policial tomen este acto contra Ormeño como una advertencia a otros "buenos policías"... que seguiremos mirando al costado mientras estos horrores en la institución continúan sin que nadie haga nada? Mientras, ¡los corruptos ascienden y a los buenos los despedimos!... total, no sirven para los oscuros propósitos.

Lamento que esto suceda. Espero y confío en que alguien haga algo.

Germán Bernales Hinrichsen

coordinador del

Programa Nacional Red Antitrata

de Personas

Centro de Derechos Humanos del Comahue - Cedhco

Cipolletti



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí