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"Multen, pero cumplan con su parte"

He recibido vía internet un listado de los montos de las multas por infracciones de tránsito de la Municipalidad de Neuquén que -según dicho correo- comenzarán a cobrarse próximamente. En principio, estoy de acuerdo con que una de las soluciones para ordenar el tránsito sea aplicar fuertes multas.

Algunas me parecen excelentes, por ejemplo, la multa por usar el celular mientras se conduce, acción que pone en riesgo la vida de terceras personas; estacionar sobre rampas de discapacitados, lo que pone en evidencia una falta total de solidaridad y respeto, y estacionar en doble fila, generando riesgo de accidentes. En cuanto al uso del cinturón de seguridad, creo que debería multarse con un costo altísimo a quien llevara menores sin cinturón o en asientos delanteros. No opino igual sobre el conductor (yo lo uso de manera habitual): si una persona no se quiere a sí misma y no lo usa tampoco perjudica al prójimo.

Pero además de este procedimiento el municipio debería incluir en su plan de obra pública el mejoramiento de la circulación de la ciudad con, por ejemplo, la construcción de cruces en dos niveles, lo que permite eliminar semáforos y evita la paralización parcial del tránsito; el ordenamiento de la circulación en las vías o calles más importantes de la ciudad y la colocación de carteles de "pare" en los cruces peligrosos, con el consecuente control policial para educar al conductor (de práctica común en otros países).

Posiblemente en su reciente viaje y reunión con alcaldes de ciudades de ese país nuestros representantes hayan escuchado o visto cómo se manejan los municipios en Estados Unidos. Además de ver los tarifarios, seguramente habrán notado otras diferencias: todas las calles con las sendas peatonales marcadas y sin ningún lavacoches dilapidando agua y obligando muchas veces al peatón a cruzar por "donde pueda" y no por "donde debe". Habrán notado también el respeto por el peatón, producto de continuas campañas y severas multas. Cuando un vehículo tiene luz verde y quiere doblar, primero está el peatón? norma que en Chile también se respeta y en Buenos Aires ha comenzado a imponerse. Aquí -lamentablemente- debe ser un escaso 1% el que la pone en práctica.

Para ello existen campañas de concientización previas, continuo control de personal de Tránsito y, por supuesto, a ningún funcionario responsable se le ocurre aminorar la velocidad con enormes lomos de burro como se hicieron aquí en Leguizamón y Láinez? (ni pensarlo siquiera), que sólo entorpecen aún más el caótico tránsito neuquino. En su viaje también habrán notado -ojalá, porque de lo contrario habrá sido dinero de los contribuyentes mal gastado- que las plazas están ordenadas y limpias y sus árboles cuidados y que a ningún ciudadano se le ocurre llevar su mascota y no recoger los excrementos.

Es decir, cobren multas pero cumplan con la parte que les corresponde como administradores responsables.

María I. González, DNI 4.400.520 - Neuquén



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