Señor gobernador: sepa usted que llegó a Bariloche en medio de una grave crisis.

Cuando nos preparamos para el comienzo de la esperada cosecha "alta temporada turística" nos encontramos con que tenemos las mejores peras y manzanas, pero nadie viene a comprarlas. Los números negativos del turismo registrados durante la segunda mitad del 2008 se intensificaron en el 2009 y, a la luz del rápido deterioro de la situación, las perspectivas de crecimiento se han ajustado repetidamente a la baja durante los últimos seis meses.

La incertidumbre general y la confianza crecieron en modo inversamente proporcional. A esto se le sumó la incertidumbre adicional en torno del virus de la gripe A (H1N1) y sus efectos devastadores en la demanda turística a corto y a mediano plazo. Sepa usted que hoy esta ciudad está triste sin los turistas que año a año nos visitan, motorizan nuestra economía, contribuyen a la generación de empleo decente y aportan significativamente al PBI. Hoy Bariloche necesita de todo, menos palabras.

Requiere hospitales que funcionen, escuelas que eduquen, habitaciones que abriguen, alimentos que nutran, seguridad que tranquilice, por citar quizás los más urgentes.

Se necesitan también medidas para impulsar la promoción del comercio turístico, simplificar la regulación, construir obras de infraestructura indispensables, racionalizar los impuestos y que, a la vez, alienten a las empresas y a los emprendedores a invertir, innovar, crear empleos y estimular la demanda turística.

Ésta es la simple opinión de un vecino que no representa a nadie, pues no enajena voluntades.

Antonio Sánchez Díaz, DNI 10.923.733

Bariloche