Con respecto al artículo del suplemento "Energía" del 27 de junio pasado titulado "Con menos subsidio baja la demanda", quiero agregar algunas precisiones al trabajo premiado del profesor Salvador Gil.

En la zona cordillerana de Río Negro, Neuquén y Chubut, para mantener en los ocho meses más fríos una casa de aproximadamente 120 m2 con buena aislación térmica, ventanas con vidrios dobles, buena cobertura de techos y con la tecnología actual de estufas de tiro balanceado a unos 22ºC en promedio se necesitan no menos de entre 5.500 y 6.000 metros cúbicos de gas anuales.

Dejar de subsidiar los consumos mayores a 2.000 m3/año como propone el Sr. Gil es condenar a la gran mayoría a la inconfortable sensación de frío permanente. Es evidente, Sr. Gil, que su propuesta de ahorro por baja de subsidio no será bien vista en la zona. Esto es como proponer un ahorro de energía eléctrica impidiendo el uso de aparatos de aire acondicionado en verano en Buenos Aires.

Sería interesante, Sr. Gil, que saliera por lo menos un año de su Buenos Aires querido y compartiera con nosotros un inviernito patagónico. Seguramente así podrá hacer su trabajo para presentar al Senado de la Nación donde, entre otras cosas, podrá preguntar por qué en todos estos años no hicieron nada para adecuar paulatinamente las tarifas en general a fin de promocionar la inversión en perforación y explotación de yacimientos gasíferos, que los hay en cantidad en nuestra zona, en lugar de premiar trabajos inconsistentes con la realidad, como el suyo. Sr. Gil, cuando venga a la Patagonia traiga frazadas.

Pablo Manuel Serra, LE 8.573.454

El Bolsón