Días pasados traté de gozar de jornadas de descanso en Bariloche y en El Bolsón, sitios en los cuales la presencia del turismo extranjero, sobre todo brasileños, es muy numerosa. ¡El paisaje es estupendamente maravilloso!... pero fuimos sorprendidos por situaciones desagradables que, seguramente, desalientan el turismo internacional.

A saber: en el centro de Bariloche, los canes deambulando por la calle daban pena, corrían a los automóviles, se peleaban entre ellos, pasaban peligrosamente entre las piernas de los peatones o descansaban dentro o en la puerta de los locales comerciales. ¡Una imagen que refleja una verdadera vergüenza! Toda esta situación desmerece la calidez de la gente, el marco de la naturaleza y el entorno en general.

En el caso de El Bolsón, es la misma situación en un grado menor. Cabe asimismo mencionar que, sorprendentemente, los restaurantes o negocios de comidas no poseen sus menúes en idioma portugués, pese a la afluencia de brasileños. Presenciamos cómo los mozos se esforzaban por hacerse entender, en algunos casos lo hacían y en otros los brasileños elegían "por aproximación". ¿No debería la Secretaría de Turismo" actuar para que esto no ocurra y se les prestara más y mejor atención a nuestros hermanos brasileños, que aportan buenas divisas al mercado del turismo de Bariloche?

No son épocas de distracciones, sino de mejorar día a día la imagen y la atención del turismo.

Arturo Curátola

DNI 4.360.983

Buenos Aires