De acuerdo con un informe oficial, la comercialización de combustibles líquidos en el país creció durante el año pasado en niveles que alcanzaron el 25%. Si bien los índices de aumento no sorprenden, en el caso de los combustibles su mayor comercialización genera numerosas dudas ya que durante los últimos meses la constante en torno de las naftas fue la escasez e incluso el desabastecimiento. Ello se debe a que la demanda ha crecido más que la oferta y los precios son bajos en relación con los de las economías vecinas. Datos de la Secretaría de Energía de la Nación indican que la venta en el mercado interno de combustibles creció en un promedio del 12% durante el 2007 y tuvo en el caso de la nafta súper el máximo incremento, que alcanzó el mencionado 25%. En detalle, en el caso de la entrega de nafta súper, pasó de 246.703 metros cúbicos en enero del 2007 a los 308.238 comercializados en diciembre del mismo año, en tanto que en lo que hace al gasoil el crecimiento del 12% elevó los 1.062.696 metros cúbicos vendidos en enero a los 1.189.854 despachados a fin de año. El estudio refleja que el grueso del crecimiento de las ventas ocurrió durante el cuatro trimestre del año pasado, en coincidencia con la aplicación del más importante incremento en el precio de los combustibles, que en la región entró en vigencia a fines de octubre. Sin embargo, mientras el informe muestra que se comercializó un 12% más de gasoil y un 25% más de nafta súper, en todo el país la escasez y el desabastecimiento localizado fueron una constante que incluso durante la temporada de verano dejó a cientos de turistas varados en diversas ciudades de la costa. Fue un fenómeno similar al que durante Semana Santa se experimentó en numerosos sitios de descanso del país, sobre todo en la zona cordillerana. YPF tuvo el año pasado un record en la fabricación de combustibles en sus tres destilerías en la Argentina. El dato no es menor porque se trata de la empresa con mayores ventas en el mercado doméstico. “El problema es que aunque haya llegado más combustible a las estaciones de servicio la cantidad que envían las petroleras no alcanza para dar abasto a lo que realmente se demanda”, explicó el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén Marcelo Pirri. El referente del sector indicó que “el crecimiento del parque automotor y la mayor demanda, fruto del aumento de la actividad económica, fueron mayores que el de la fabricación de combustibles y por eso sigue habiendo faltantes”. Pirri advirtió que “las petroleras estaban obligadas por la Secretaría de Energía de la Nación a producir un 8% más por año, que es lo que se estimaba que crecería el PBI, por lo que, por ejemplo, en el caso del gasoil las mayores ventas son en gran parte para cumplir ese compromiso”. El impactante crecimiento en la comercialización de naftas súper fue aducido por Pirri a la reorientación de los consumidores tras el brusco incremento de precios de octubre pasado, cuando el litro de combustible premium trepó por sobre los 3 pesos y llevó a que muchos de sus consumidores optaran por cargar combustibles más económicos. “En la zona cayó un 25% la venta de naftas premium en el último semestre”, indicó Pirri en coincidencia con el panorama nacional de ese combustible que durante el 2007 redujo sus ventas en un 13,22%, pasando de expenderse 146.524 metros cúbicos en enero del 2007 a sólo 127.142 metros cúbicos en diciembre del mismo año. Este cambio en las preferencias de los consumidores es en parte el motivo por el que la venta de la nafta súper creció más que la de otros combustibles líquidos. Ese comportamiento de los consumidores estaría indicando, según los analistas más ortodoxos, que bastaría con que los precios de las naftas crecieran –al menos hasta alcanzar los niveles de los países vecinos– para que la demanda se acomodara a la oferta. Sea como fuera, en un país donde prácticamente la totalidad del sistema público de pasajeros y de los servicios de cargas funciona con gasoil, el escueto crecimiento de sus entregas viene a remarcar la continua escasez que afecta, fundamentalmente, a las localidades más alejadas del conurbano bonaerense. Esta insatisfacción de la demanda afecta incluso a actividades tan elementales como el movimiento de camiones y tractores durante la cosecha en el norte de la Patagonia. Record en las destilerías de YPF YPF tiene casi el 60% del mercado de los combustibles líquidos de la Argentina. Durante el 2007 la empresa –que pertenece a la española Repsol-YPF– tuvo “el record histórico de procesamiento de crudo en las tres refinerías argentinas, que en conjunto operaron a la máxima capacidad instalada, transformando más de 18.900.000 metros cúbicos de petróleo en combustibles de alta calidad que fueron destinados a la creciente demanda del mercado interno”, según la información de la compañía. Explicó YPF que prueba de que privilegia el mercado interno es que “no exporta gasoil y sólo vende al exterior productos secundarios de la refinación, como fuel oil y naftas de baja calidad o de uso petroquímico, que no pueden ser destinados ni convertidos para su utilización en el mercado automovilístico local”. Aun así, en sus estaciones de servicio suelen faltar combustibles. “Tomando como base los datos del 2001, en el acumulado hasta setiembre del 2007 YPF aportó una cantidad mucho mayor que el volumen adicional requerido por el mercado argentino. Así, tras la caída del mercado interno en la crisis del 2001, YPF entregó 5.960.000 metros cúbicos adicionales de naftas y gasoil, muy por encima del crecimiento del mercado de combustibles en dicho período, que fue de 1.970.000”, informó la compañía. En el 2007, la refinería de YPF en La Plata procesó 11.200.000 metros cúbicos de petróleo. “Es la más grande del país y una de las plantas industriales más dinámicas de la Argentina”, se reportó. En Luján de Cuyo, situada a unos 30 kilómetros de la ciudad de Mendoza, YPF procesó 6.200.000 metros cúbicos. La tercera refinería está en nuestra región, en Plaza Huincul, donde el año pasado se procesaron 1.500.000 metros cúbicos.
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