BUENOS AIRES.- Cuando Fernando Fraguío aún era el presidente de Iveco ya comentaba la importancia de las pymes en la generación de empleo y cómo el gobierno nacional las apoyaba mediante créditos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (Sepyme) y del Banco de la Nación. (Ver aparte) Convertido en secretario de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, Fraguío recordó que el país inició su reindustrialización hace más de cuatro años, durante los cuales se registraron numerosas inversiones en las firmas del sector. Esto les permitió captar empleo, incorporar tecnología y crear bienes, más allá de que aquellas cuyos proyectos estaban dentro de determinados parámetros pudieron acceder a préstamos con tasas subsidiadas para respaldar sus reequipamientos, incluso para importar bienes de capital del exterior con aranceles al cero por ciento. Por la reciente ley de promoción a las inversiones se desgravaron las reinversiones de utilidades en actividades de interés nacional, focalizadas en las pymes, por ejemplo, y se permitió amortizar aceleradamente el impuesto al valor agregado (IVA). Pese a las marchas y contramarchas con el tema, el secretario reveló que avanza aquí el proyecto de creación de una entidad similar al Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil (Bndes), que ya cumplió 56 años, tiene un presupuesto anual de 31.000 millones de dólares y una cartera de préstamos de 90.000 millones, subsidia la investigación y el desarrollo pero no a la industria y hasta presta a más de 15 años con una tasa de interés de 4 a 5 puntos por encima de la inflación. Miguel Peirano, ex ministro de Economía y Producción, fue designado presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), según publicó el Boletín Oficial el 16 del actual. Mientras, espera el momento de asumir preparando un plan para impulsar el financiamiento productivo, fundamentalmente el de las pymes, con 600 a 700 millones de dólares que provendrían de los bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM), las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP) y fondos fiduciarios. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya habría aprobado los lineamientos de la propuesta elaborada por Peirano, quien en alguna medida seguiría con el Bice el modelo del Bndes. El gobierno nacional reiteró su compromiso de ayudar a que las pymes obtengan financiamiento a tasas accesibles, mejoren la capacitación de su personal y exporten, según explicó Eric Calcagno, subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa y del Desarrollo Regional (Sepyme). La Sepyme pretende “centrarse en el diseño de manejos financieros” y procura “simplificar los trámites”, incluso a través de las 74 agencias de desarrollo regional que hay en el país. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) planteó su preocupación por la falta de crédito, en febrero pasado. Publicitó que en la mayoría de las entidades “el costo financiero total (CFT) de un préstamo para consumo no baja del 40% anual y en muchos bancos de primera línea se cobra entre el 50 y el 60%”. Incluso subrayó que “los créditos productivos que ofrecen los bancos son de difícil acceso, de muy corto plazo, su aprobación puede demorar hasta 4 meses y sus tasas promedian el 28-30% anual”. Durante el gobierno de Néstor Kirchner, el entonces titular de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (Sepyme), Matías Kulfas, sostuvo que era preciso asegurar a esas firmas “procesos de inversiones, de financiamiento de capital de trabajo y de exportaciones en términos razonables”. Desde la cartera prepararon programas específicos, en particular con bonificación de las tasas, para contribuir a la recuperación y el crecimiento del sector, después de que en el 2002 cerraran más empresas que las que abrieron. Posteriormente se creó un promedio de 50.000 por año, siendo uno de los segmentos más dinámicos el de software, seguido por oficinas, artículos de cuero, indumentaria, investigación y desarrollo, instrumentos médicos, comercio minorista, alquiler de equipos, cine, radio y televisión. Excepto el comercial y el del alquiler, Sulfas destacó que todos tenían un alto contenido tecnológico, diseño y valor agregado. El segmento pyme generó el mayor nivel de empleo en los últimos años, incluso el registrado o “en blanco”, y acompañó el crecimiento general de las exportaciones argentinas. El año pasado se calculó que 6.000 pymes lo hicieron y que lentamente se iban consolidando, por lo que se trazó como meta llegar a 12.000 en ciertos despachos oficiales. Las ramas fabriles que exhibieron mayor evolución exportadora fueron vinos, materiales plásticos, papel, cartón, manufacturas y maquinarias. “Las pymes pueden tener muchas veces buenas ideas y proyectos, pero les falta acceso al financiamiento y también capacitación –afirmó Sulfas, quien con el cambio de gobierno renunció al cargo de subsecretario y últimamente fue designado al frente de Nación AFJP–. Muchas veces creen que resuelven todo con créditos y eso es sólo una parte”. También requieren soluciones para el acceso al crédito, capacitación, desarrollo regional y sectorial y comercio exterior. Nuevas pyme se sumaron por la reducción del costo del financiamiento con subsidios a la tasa de interés, en principio en la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y, posteriormente, todas las regiones del país. En los cupos de créditos determinados por la Sepyme, en cuyo otorgamiento se verificó el acompañamiento de todos los bancos, se buscó, además, que los subsidios crecieran según la distancia respecto del centro económico de la Argentina (las regiones del norte, Patagonia y Cuyo tenían un nivel de subsidio de la tasa del 50%, la máxima posible), para que hubiera una distribución más equitativa entre las regiones. Por afuera del sistema financiero, hay un fondo específico de cien millones de pesos aportados para las pymes por el Estado nacional, que ofrece capital de trabajo y fondos de inversión para pymes. Otro programa de apoyo abarca 24 sociedades de garantías recíprocas. Hasta junio último se otorgaron cerca de 15.000 garantías por 146 millones de pesos. Las autoridades anteriores consideraron que hubo un desarrollo interesante al facilitarse el acceso al mercado de capitales, con lo cual en muchos casos se sacó a muchas pymes del sector informal del crédito. En el país, inclusive, se conformó una red de cerca de 60 agencias de desarrollo, integrada por representantes de las provincias, municipios, del sector privado (a través de cámaras empresarias) y hasta universidades. Lo que se buscó fue analizar específicamente qué ocurría en cada provincia, para adaptar las herramientas disponibles e implementar la política pyme de modo que los programas no beneficiaran sólo a las pymes en forma individual sino que pudieran trabajar asociadas con otras y asentadas en sus territorios, para que mediante los agrupamientos se generaran efectos multiplicadores y economías de escala. Nuevas y viejas propuestas de financiación BUENOS AIRES.- “Fortalecer” el Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice) para financiar inversiones y exportaciones de empresas productivas, incluyendo las micro, pequeñas y medianas (mipymes), es lo que se propondrá Miguel Peirano, ex ministro de Economía y Producción, cuando en los próximos días asuma formalmente el cargo de presidente de la entidad. Peirano buscará capitalizarlo y, además, llamará a licitación pública a fin de establecer qué bancos están interesados en prestar en las mejores condiciones posibles a 3 ó 4 años de plazo, para después completar desde el Bice el resto del crédito a 8 ó 10. Debe tenerse en cuenta que Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco de la Nación Argentina (BNA), lanzó hace pocas semanas una línea de 5.000 millones de pesos para las mipymes productivas, incluidas las de las economías regionales, con una tasa de interés fija a 5 años. Los plazos de los créditos en inversiones podrán extenderse hasta 10 años y en capital de trabajo o su recomposición, a 5, y destinarse a... • inversiones en general: bienes de capital de origen nacional, nuevos o usados y extranjeros adquiridos en plaza ya nacionalizados, nuevos o usados e importaciones de bienes de capital extranjeros nuevos e instalaciones y/o montajes y accesorios requeridos para la puesta en marcha de dichos bienes y • al incremento del capital de trabajo para las inversiones por efectuarse. Para los mismos destinatarios, la Sepyme mantiene las siguientes propuestas: • El “Régimen de bonificación de tasas de interés”. • El “Fondo nacional de desarrollo para las micro, pequeñas y medianas empresas”. • El “Fondo nacional para la creación y consolidación de microemprendimientos” (Fomicro). • A través del “Programa global de crédito para mipymes” se atiende a las que facturen anualmente un máximo de 20 millones de dólares o su equivalente en pesos. Los préstamos son en pesos para inversiones y en dólares para capital de trabajo, prefinanciación y financiación de exportaciones y adquisición de bienes de capital y se concede a tasa fija hasta un máximo de 3 millones de dólares o su equivalente en pesos. • Las “Sociedades de garantía recíproca” (SGR), que facilitan el acceso a créditos proporcionando garantías ante cualquier obligación asumida por las mipymes. • El “Fondo de garantía para las micro, pequeñas y medianas empresas” (Fogapyme), creado por la ley 25.300, que respalda las que emitan las SGR y ofrece garantías directas. Expectativas para el 2008 alineadas con lo ocurrido el año pasado BUENOS AIRES.- “Las expectativas de las pequeñas y medianas empresas para el 2008 se alinean con lo ocurrido en el 2007: se mantendrían las de ventas al mercado interno y aumentarían levemente las del empleo; en cambio, disminuirían de la misma manera las también positivas de exportaciones e inversiones”, según manifestó Vicente Donato, director de la Fundación Observatorio Pyme. Esta entidad sin fines de lucro, fundada por la Universidad de Bologna (Italia), la Organización Techint y la Unión Industrial Argentina (UIA), continúa con su objetivo de promover la valorización cultural del rol de las pequeñas y medianas empresas fabriles en la investigación microeconómica aplicada y las políticas públicas de apoyo al desarrollo productivo. Del estudio sobre la evolución reciente, situación actual y desafíos futuros, Donato subrayó los siguientes problemas: • El fuerte incremento de los costos directos de producción, que generan “incertidumbre sobre la futura rentabilidad”. Ésta preocupa sobre todo porque su evolución desde el 2002 fue menos positiva que en las grandes empresas y porque su baja impacta directamente sobre la capacidad de invertir en maquinaria y equipo (75% de los casos) y contratar nuevos trabajadores (50%). • Las condiciones del entorno en la Argentina “no afectan de igual manera a las empresas de todos los tamaños”. Hubo “una clara diferencia de desempeño entre las grandes y el conjunto de las pymes fabriles, a favor de las primeras”. Otro tanto se verificó en las inversiones y exportaciones de las pequeñas (menos de 50 ocupados) y las medianas (de 50 a 200): “Sólo la mitad de las pequeñas invierte frente al 75% de las medianas y apenas el 13% de las pequeñas exporta en relación con aproximadamente la mitad de las medianas”. Aunque el financiamiento bancario de las inversiones de las pymes industriales aumentó del 8% en el 2005 al 14% en el 2006 y al 21% en el 2007, Donato recordó que el sistema tiene “un rol muy importante que cumplir para aminorar las distancias entre las diferentes categorías de empresas locales e incluso entre las pymes argentinas y las de otras regiones del mundo con las cuales compiten”. Parece “insoslayable financiar las inversiones –sostuvo–, especialmente las de firmas con menos de 50 ocupados que necesitan incorporarse de manera dinámica al sistema productivo”. En cuanto a las expectativas futuras, la Fundación Observatorio Pyme subrayó las que a continuación se reseñan: • Ventas. Tendrían una evolución favorable tanto en el mercado interno como en el internacional. El 48% de los empresarios opinó que se incrementarían, proporción que no varió mucho respecto del 2007, mientras sólo el 3% consideró que caerían. Y, si bien las exportaciones serían positivas, se moderarían en comparación con las de un año atrás. • Rentabilidad. En noviembre último, el 22% de los consultados esperaba un alza, cuando un año antes eso estimó el 36%. • Ocupación. Casi el 70% de los industriales pyme no efectuaría cambios en sus planteles de personal y el 26% los aumentaría. • Inversiones. El 52,5% de los empresarios expresaron intenciones de aumentarlas y el 5,4% de bajarlas. El 46% pronosticó modernizaciones en maquinarias y equipos.
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