Con gran identificación, por mi hijo en otro club, leí su carta, Sr. Narváez. También vino a mi memoria lo narrado por el Sr. Fagotti, en relación al hijo, el técnico granate y el Mundialito.

No es el primero ni el último que pasa por este tipo de situaciones, que nos tocan en lo más profundo cuando se trata de nuestros familiares. Ese pequeño gran poder que tienen algunos que dirigen grupos no los cambia como personas, simplemente los muestra.

Pero permítame un consejo. No deje que su nieto cuelgue los botines. Como hasta hoy, siga apoyándolo y acompañándolo. Hay otras alternativas en la Confluencia; por ejemplo, si tiene ocasión de ver a técnicos como Cortez o Pacheco, sabrá de lo que hablo. Y si tiene que viajar a Regina o Allen, hágalo, no se arrepentirá. Tal vez no verá a su nieto con su color preferido, pero permítase conocer a la gente del "Albo" o los "Magos" y el mal rato quedará en la historia.

Lo sucedido no es un caso aislado ni propio de la Confluencia, de este lado también ocurre. Nosotros cambiamos de rumbo y estamos más que agradecidos. En Unión Vecinal encontramos un grupo muy sólido, responsable y que exige el máximo rendimiento a los chicos, siempre dentro de un marco de respeto, armonía y enseñanza. Por eso le repito: no cuelguen los botines.

Carlos Garboso

DNI 21.389.870

Neuquén