Comparto con ustedes esta foto que tomé entre mi asombro y mi indignación. Vivo en el barrio Los Sauces de la ciudad de Allen y, aunque estamos a pocas cuadras del centro, en el corazón de mi barrio existe una zona liberada que puede ser usada como basurero municipal.

Sobre calle Neuquén, en la esquina de Mitre, hay un terreno baldío sin destino aparente. Hasta ese lugar se acercan vecinos de otros barrios a depositar bolsas de basura, escombros, ramas y cualquier otra cosa que se les ocurra descartar del hogar. A veces las prenden fuego, cosa que nos agrada mucho porque perfuma de un hermoso aroma a quemado todas las casas cercanas.

Tal vez por incrédula, yo pensaba que estas personas se tomaban el trabajo de venir a tirar basura por la madrugada, para que nadie pudiera verlas. Sin embargo, pude retratar un auto viejo (que estaba más para el descarte que la basura que traía) estacionándose tranquilamente en la esquina de Mitre y Neuquén. En plena tarde allense y bajo un sol radiante, dos hombres descargaron una importante cantidad de ramas de árboles, que trajeron prolijamente atadas en el techo del vehículo. Las acomodaron en el baldío, se subieron nuevamente al auto y se marcharon con total normalidad.

Ahora bien, ¿quién se hace cargo de esas ramas abandonadas que, además de ensuciar, no dejan ver con claridad el cruce de las calles? Por más que haya contenedores para los residuos no domiciliarios, parece que el pasatiempo más usado por los allenses es ensuciarles las calles a los otros... y hacer como si nada.

María Florencia Barrera

DNI 29.409.255

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