>
LOS CINCO SENTIDOS A PLENO
A un año de su inauguración, el hotel boutique “Río Hermoso” se afianza como una opción vip, en pleno Parque Nacional Lanín.
Su arquitectura y decoración brindan una clase de buen gusto.

Tituado en el Parque Nacional Lanín, a solo 25 kilómetros de San Martín de los Andes, “Río Hermoso” propone un exclusivo espacio de diseño contemporáneo en un entorno natural y tranquilo.
Los colores explotan en su máximo esplendor. El río Hermoso, que da nombre al hotel, es el único testigo, que refleja en sus aguas el juego de las nubes y las montañas. Aquí la vida transcurre serena, para disfrutarla de sol a sol con los cinco sentidos.
Este hotel boutique de montaña con encanto y atención personalizada supo ganarse con éxito un lugar en la escena hotelera patagónica, a solo un año de su inauguración.
Con tan sólo siete habitaciones, rescata en su arquitectura la calidez de una casa de montaña, con madera nativa y piedras milenarias y la síntesis de un diseño contemporáneo que permite fusionarse con el paisaje que lo rodea. Los colores vivos son aquí protagonistas: naranjas, amarillos y rojos en el living y comedor. Los eucaliptus, verdes, violetas y remolacha le dan el toque de calidez a las habitaciones, donde el blanco y la madera predominan en su justa medida. Los cuartos, todos en suite y con vista al río, resumen confort y buen gusto. Acogedores y espaciosos, ambientados con los materiales de la zona, acompañan a los colores del bosque, las montañas y el agua que se cuelan por los enormes ventanales.

UN MUNDO GOURMET

“Río Hermoso” creó algunos espacios para el arte culinario que bien lleva de la mano de su chef, Carlos Joel Banegas.
Moderno y ambientado en su punto justo, cortinas franjeadas pintadas a mano y sillas de estilo tapizadas en la misma gama, el restaurante de “Río Hermoso” seduce con una cocina que pasea por los sabores patagónicos, a partir de productos regionales enriquecidos por aromas y fusiones de la alta cocina internacional, y los asados de campo hechos en la costa del río. Su menú, inspirado en las cuatro estaciones ofrece una propuesta culinaria particular para cada momento del año. En invierno, blanco y frío, presenta platos regionales “que dan calor y devuelven la energía consumida después de un día de esquí. Ideales para disfrutarlos frente al fuego de la chimenea”, explican aquí.
La primavera y verano están caracterizados por opciones calientes y frías, platos que combinan colores alegres y el sabor de los productos de estación.
Integrado al living comedor, el Open Bar, ideal para encuentros informales, ofrece un menú de excelentes vinos boutique, tragos, tapeos y picadas, que se pueden disfrutar en el salón o en el deck a metros del río.
A la hora del té, servido en el salón principal o en el deck, un exclusivo chocolate caliente después de un día de esquí, acompañado con tartas, tortas, panes y dulces caseros. Recomendado: el Chocolate Río Hermoso para dos en invierno.
Con sus puertas abiertas al público en general la propuesta gastronómica invita a acercarse a quien quiera disfrutar un “delicioso momento junto al río”.
Perfecto para quienes buscan disfrutar de la calidad y el confort en un íntimo contacto con la naturaleza, el hotel es elegido tanto por público nacional como extranjero, “parejas y familias que hacen de Río Hermoso su casa, armando paquetes especiales con el hotel a su entera disposición”.
La combinación de servicio, naturaleza y los beneficios de ser un hotel boutique crean el marco perfecto para descansar unos días lejos de la rutina y el acelere urbano.
Es habitual que vengan grupos de pescadores por aquí, también.

 



Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí