En marzo del 2009 falleció Oscar Eduardo Morales, en las lejanas tierras venezolanas, lugar donde recaló desde su Allen natal por esas cosas del destino -hace más de treinta años- con un bagaje de ilusiones confiando en la integridad de sus valores de hombre honesto y trabajador.

Sirva este breve recuerdo personal, dedicado a mi querido amigo, como un testimonio de reconocimiento a ese personaje pequeño de físico pero enorme de corazón, afable y bonachón, pero con una férrea personalidad, quien con un gesto cordial y desinteresado me tendió una mano solidaria, en aquel distante lugar, en un momento necesario de mi vida. Además me permitió conocerlo íntimamente en todos sus aspectos y compartir sus afectos familiares, lo que generó una amistad que no se quiebra por su desaparición física.

Supo crear un importante emprendimiento comercial que desarrolló con mucha eficacia y vivía muy bien, pero me consta personalmente que en su interior siempre añoró a los suyos y a su tierra, a tal punto que la razón social de su empresa se denominaba "Allen".

Todos aquellos que tuvimos la oportunidad de tratarlo, lo recordaremos siempre con el cariño que merecen los verdaderos amigos.

La ausencia de Oscar, sin lugar a dudas, nos produce tristeza. Son los dolores de la vida, inevitables. Sus familiares y amigos estamos de duelo.

No obstante nos queda en nuestras mentes la imagen viva del amigo lejano, que nos produce la íntima alegría de haberlo conocido.

Rubén Gancedo

LE 7.567.365

Allen