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"No me parece políticamente correcto ir a votar a posibles delincuentes el 28 de junio"

Delinquir no es solamente un acto físico, también uno moral que destruye tanto o más que el anterior?

La mejor herramienta y arma sin filo y sin balas que tenemos para cambiar esta desesperante situación está en nuestras manos, porque son justamente ellas las que se acercan a una urna e introducen lo que debería ser nuestra opinión, nuestro deseo, nuestro futuro. Hoy en día emitir un voto es ingresar la peor de nuestras sentencias, representa elegir el posible responsable político de la muerte de nuestro hijo, padre, hermano, amigo. Le estamos dando la posibilidad de tener un cargo político al que va a continuar empobreciéndonos, al ignorante, al negligente, al disoluto, al avivado, al inepto, al codicioso, al vago, al corrupto, al que tranza, al estafador, al desvergonzado, al protervo, al soberbio, al asesino. Sí señores, el gobierno es homicida, porque voluntaria o involuntariamente ocasiona la muerte de una persona, porque mata al enfermo por robarle insumos y medicamentos o por ocultar enfermedades, y al jubilado que no goza de un buen salario ni atención médica adecuada en la etapa de la vida que más la necesita, destruye proyectos, impide futuros profesionales, quita las ganas de ser honesto, de seguir y las de quedarse. En síntesis, "mata".

Suelen decir: "El pueblo es el que elige"... ¿elegir? ¿Alguien me podría explicar qué elige una persona rodeada de animales hambrientos a punto de atacar, de sacarnos lo que tenemos, de comerse al más débil o con menos posibilidades? Recuerden el libro "Cuentos de la selva" e imagínense que ustedes son el autor, ¿a qué animal elegirían el próximo 28 para su nuevo cuento?: ¿al carnívoro que ataca por sorpresa, al ave de rapiña que espera despojos o al reptil que se arrastra silencioso? ¿No hay muchas opciones, no?

Votar por votar es un despropósito, una falta de criterio y coherencia por no informarnos. Escribir esta opinión personal sólo se puede hacer en un gobierno democrático, pero votar hoy no es democrático, no tener opción a elegir gente que sepa gobernar y administrar no es democracia. ¿Pensaron por un segundo qué pasaría si esta vez no votáramos? Sería la única manera de frenar esta guerra civil, este desalojo disimulado de negocios importantes, de parar este vaciamiento adornado de mejoras para el futuro, de acabar con este jueguito donde se esconden detrás de mascaritas venecianas. Esto no es una fiesta señores, es un entierro. ¿No ven que estamos de duelo? Ante nuestro dolor se ríen y en este barco que se hunde ellos llegan a los botes pisándonos las cabezas. Tienen la maquinita de elaborar miseria y desesperación y la usan día y noche sin parar. Si esto es lo que se votó y no nos gusta ¿por qué tenemos que esperar años? Pero piensen también que la opción de elegir a la oposición es otra trampa mortal. El gen de la corrupción argentina tendría que mutar y sólo con el cambio de mentalidad de todos se podría lograr. Miremos lo que hay, no ven que es el "mismo caramelo con distinto color"

Yo sé que muchos saldrán a responderme diciendo que es anticonstitucional no votar y que es penado por ley, lo sé, pero también existe una ley de libre tránsito por rutas nacionales y se obstruyen a gusto; existe una ley que prohíbe vidrios polarizados en vehículos y justamente son los políticos quienes los usan; existe una ley de enriquecimiento ilícito y no se cumple, y existen tantas que no se cumplen. ¿Parece que es gratificante vivir en estado de delincuencia, no?

Es verdad que algunas leyes viejas necesitan un retoque, pero si sólo se cumplieran las que están, viviríamos en el país de las maravillas.

Nos manifestamos con cortes de rutas, con agresiones, con quemas y piedras, pero ahora tenemos la posibilidad de hacerlo de otra manera: no votando. Sé que es una utopía y que está en contra de la ley, pero sería la mejor manera de efectuar una huelga.

Beatriz Giusti, DNI 17.025.759

Neuquén



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