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"Evidencia Tinelli" | ||
Pasaron varios días desde que ShowMatch volvió a la pantalla para embelesarnos con un reciclado y polifacético espectáculo. Éste se propone reunir una variedad de formatos para satisfacer todos los gustos y ampliar así su alcance a la audiencia. Desde mi punto de vista, este hecho merece una evaluación general y se presenta como prueba fehaciente de que una nueva legislación en materia de comunicación audiovisual es absolutamente imprescindible. Quizá los observatorios de medios tengan la capacidad de visibilizar los actos de discriminación emprendidos por el programa de Marcelo Tinelli, pero sin duda no poseen las herramientas para denunciarlo sin que se frustre su iniciativa bajo la acusación de ser un atentado a la libertad de expresión. Evaluemos el tipo de entretenimiento que plantea Tinelli. Un grupo de chicos llorando después de haber sido juzgados por un cuarteto de adultos descalificados para la tarea que emprenden, lamento acompañado por la voz tranquilizadora de un conductor que subestima su inteligencia confiriéndoles la explicación de que nadie quedará eliminado ya que existe un repechaje. En otra punta, un humor que en nada se asemeja a la mirada inteligente de Tato Bores o Capusotto sino que saca provecho de que en un contexto electoral la sátira de los políticos vende y los beneficia en su carrera por los puntos del rating. Pero no canten victoria tinellianos, todavía existe la esperanza de que la banalización de la política y la estigmatización a la infancia sean sancionadas, ya sea por un organismo de regulación multisectorial y participativo o por la propia audiencia que, al ver nuevos actores en los medios, no esté obligada a elegir entre falsas opciones carentes de diversidad educativa e informativa. Josefina Bolis, DNI 34.447.631 (estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata) |
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