Ante el deplorable y calamitoso -y creo que aún son pocos estos adjetivos para graficar sus condiciones- estado de la ruta Nº 67, que comunica distintas localidades de la provincia y que se utiliza para el transporte de los frutos del campo, para el traslado de enfermos -muchas veces de gravedad-, para el transporte escolar y público de pasajeros, etc., nos vemos en la necesidad de hacer las siguientes preguntas: ¿quién es el encargado de revisar el estado de las rutas y de arreglarlas?, ¿cada cuánto tiempo tienen que pasar las máquinas?, ¿qué presupuesto manejan para el arreglo de los caminos?

La visita del señor gobernador a los pueblos o parajes parece que motiva a los funcionarios de Viarse para arreglar tramos de las rutas. ¡Oh casualidad!, por donde va a circular el gobernador. ¿Y después? ¿y los otros caminos?

Otro recurso es el escrache o la denuncia en los medios. ¿No se debería modificar esta metodología o, más sencillo, cambiar los funcionarios responsables? Mientras tanto, nosotros seguimos transitando y destruyendo los vehículos y en algunos casos con accidentes fatales.

Pedimos, rogamos y no sabemos a qué forma de solicitud apelar ante esta circunstancia para que se refaccione la misma.

Juan Guerra, DNI 28.588.147

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