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"El valor de la comida"

Es increíble: la India alimenta a más de 1.000 millones de habitantes, su tamaño no supera a la Argentina y su pobreza es grande. Argentina tiene 40 millones y no puede lograr comida barata para toda la población y mantener la calidad.

Los hindúes cultivan todo y se comen todo. Argentina exporta poco cuando podría exportar mucho más y darnos de comer mucho más barato.

¿Cuál es el problema? El gobierno le quita al campo la rentabilidad que le permite crecer y los industriales no resignan márgenes a pesar de no tener retenciones importantes. Es una alianza peronista que nos está dañando, una alianza vieja y cerrada que no sirve al país.

Un trozo pequeño de queso cuesta en Neuquén $ 20, un robo a mano armada, y como ése muchísimos ejemplos. Un changuito cuesta $ 500 como mínimo y sin nada que no sea básico. "La comida no puede ni debe ser un lujo".

Seremos "gilastrulandios", pero esto en Argentina es una aberración.

El alimento no debe superar el 30% del ingreso familiar en ningún caso, ya que después de comer hay que vestirse, curarse, viajar, estudiar, etc. Ni hablar en el caso de alquilar, a no ser que tengas la suerte de ser tan pobre que el gobierno te haya dado un sucucho como los que hicieron en Neuquén.

Hoy la clase media baja se gasta el sueldo en comida; ni hablar de los más pobres.

Elecciones y dengue, eso es lo que hay. La clase media va a reaccionar por dos cosas: la seguridad y el poder adquisitivo; va a reaccionar de forma no agradable, no sé si me entiende señora presidenta. Especialmente si el gobierno sigue "pichiflauta".

El aumento docente en Neuquén es de $ 150, un tercio de changuito. Medimos todo en changuitos últimamente, mientras vigilamos la mano de los chorros al lado del carrito. Quieren plata, no comida.

La clase media tan apretada no se va a conformar con bolsitas ni tickets, incluso en Neuquén, donde no todos son petroleros aunque los comerciantes no se enteren.

¡Queremos comer barato, señora presidenta!

No importa qué tan mal nos administremos, eso no es excusa.

Yo sé que usted tiene muchísimas propiedades, que su marido tiene vínculos con negocios en el juego, el petróleo, hoteles, ahorros e inversiones, etc. Todo sudorosamente ganado. A veces me dan ganas de disponer de vuestra dignidad en la plaza pública, pero mi educación no me lo permite. Además a nadie le importaría mucho hoy.

Con todo respeto, señora, su caradurez me asombra. En la Argentina los idiotas viven mejor que los que han hecho de todo para vivir. Por supuesto, no me refiero al matrimonio gobernante. No tienen nada de idiotas.

Yo soy ingeniero, maestro mayor de obras, trabajé en el gobierno, empresas privadas, etc. Hoy trabajo de docente, gano la friolera de $ 2.600, en Patagonia, libre de dengue hasta ahora.

Quiero vender mi casa para poner un negocito y dejar de "gozar" de mi fortuna. Me la gasto en Wal-Mart, donde me visto pero donde aún no consigo comer gratis.

¿Usted no tiene nada que ver con mi bolsillo? ¡Sí, tiene muchísimo que ver!

Bueno, qué se puede agregar más que despedirse con corrección. Me despido como atento súbdito, morenito patagónico, clase media venido a menos, de este país de ganadores a lo Schoklender y Pichetto, amantes cubanos, ladrones superados y sin superar, enormes extensiones despobladas, extranjeros prepotentes (no nórdicos). Un tipo con ínfulas de culto porque no tiene platita respetable como Samid.

Un argentino no pelado, no mariquita, no farsante, no comunista, no chupamedias, no comprado aún (¡Ojalá me compraran! ¿Cuánto valdré? ¡Me hace falta plata!). No tengo dueño. Eso es importante. Aunque los tontos no lo crean.

Ricardo César Plot

DNI 14.341.736 - Neuquén



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