El día del fallecimiento del doctor Raúl Ricardo Alfonsín tuve la intención de escribir esto que estoy escribiendo hoy. La verdad es que lo hice, pero opté por no enviarlo; pensé en guardarlo sólo para mí como una reflexión personal.

Realmente fue algo que me angustió mucho, quizá porque tengo 20 años y no lo vi gobernar pero lo recuerdo de una forma muy especial, como me lo presentaron una vez en la escuela: "el hombre que les devolvió la democracia a los argentinos", y la verdad es que luego lo confirmé con el paso del tiempo y el hecho de poder ser partícipe del mundo que hasta ese momento era de los grandes.

Fue entonces cuando comencé a interesarme en la política, en el momento en que me hablaron del país triste que habíamos tenido y de esa persona que nos había devuelto la alegría. La verdad es que en esos primeros momentos, siendo muy chica, el interés me llevó a rondar cerca del radicalismo, siempre viendo que ese hombre tan importante en nuestra historia había sido el presidente más honesto, humano y sincero que habíamos tenido y que lamentablemente no lo habían dejado gobernar.

De ahí en más los que vinieron fueron acusados de estafa, de enriquecimiento ilícito y tantas otras cosas. Los que le habían pedido el poder a él fueron los que después nos dejaron como lo hicieron. Hoy me emociona y me emocionó muchísimo durante esos tres días ver al pueblo argentino despidiéndolo como lo merecía... pero también me hizo pensar en lo bueno que habría sido demostrárselo cuando estaba acá, a pesar de que todos sepamos que él siempre va a estar en el corazón y al lado de cada argentino que luche y sueñe por un país mejor.

Vi un reportaje en el que le preguntaban por la muerte y cómo se imaginaba que sería ese momento; él dijo que esperaba que vieran las cosas de una forma balanceada. Él pensaba que el pueblo le había dado la espalda, y el pueblo ése estuvo esos días en el Congreso con lluvia durante horas haciendo largas colas para poder darle un último adiós. El pueblo se había equivocado mucho y hubo muchos que nunca le dieron la espalda. Y hoy estamos los que siempre creímos en sus sueños y los tomamos como propios, los que sin conocerlo lo sentimos cerca y como ejemplo de la juventud.

Quizá hoy, ahora, como estudiante de periodismo veo las cosas o trato de verlas de distintas formas, pero la objetividad no existe dicen por ahí. Lo cierto es que quería escribir esto para darle un "Hasta siempre" en nombre de muchos.

Hoy comparto la ideología de otro partido que ni siquiera es de mi provincia natal, Río Negro, pero ese primer amor por el radicalismo siempre va a quedar. Va a quedar porque el radicalismo es él y otros grandes como él, no por lo que es ahora; no quiero generalizar, pero las esencias se han perdido en el tiempo y ya no es lo mismo.

Muchas gracias, mi querido presidente. Gracias por regalarme un país en el que pude vivir mis 20 años en democracia, este país en el que puedo opinar y expresarme libremente más allá de ciertas cosas que ocurren. Simplemente por eso no puedo decirle a la señora Hebe de Bonafini que se calle, por la democracia, pero sí que sus palabras me parecieron una barbaridad, una vergüenza. No lo entiendo, no entiendo el odio y el rencor de boca de alguien que debería ser poseedora de un gran dolor. Más allá de lo que digan, todos sabemos cómo son las cosas y creo que las 80.000 personas que acompañaron a la familia Alfonsín lo hicieron de corazón y por amor, no por ser "un héroe"; nadie dijo que lo fuera, simplemente fue un gran político y ser humano.

Antonella Costantino

DNI 33.677.898

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