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"Devuélvannos la tranquilidad, déjennos dormir"

Soy ciudadano de General Fernández Oro hace 20 años. Entre otras cosas, en estos 20 años hemos disfrutado de los avances en materia de infraestructura pública y hemos sufrido los retrocesos en cuestión de seguridad pública y otras yerbas.

Debo reconocer que las gestiones, como en todo el país, han sido buenas algunas y malas otras, pero al fin "algo han hecho" para el bienestar de los ciudadanos de nuestra querida ciudad. En estos últimos tres años se ha dado un fenómeno en Fernández Oro: la "proliferación" de vehículos de dos ruedas (motocicletas). Las hay de todos los colores y sabores, por así decir; tuneadas, no tuneadas, de cilindrada pequeña, de cilindrada grande, con luces, sin luces, con música (cosa inédita) y sin música, pero sí podemos decir que hay una "virtud" que las aúna a todas: la falta de escape. Producen un ruido tan molesto e hiriente a los oídos que me animo a decir que debe superar los niveles de sanidad ambiental permitidos. Por las noches, corridas, trompos, carreras, picadas y todo lo que acarree "hacer ruido" y medir potencias, además del peligro para terceros y para los mismos motoqueros por la grandes velocidades desarrolladas y sin protección o prevención alguna.

Arriesgaría y apostaría una gran suma de dinero (el juego es perjudicial, debo aclarar) a que ninguno de los vecinos de la avenida Roca -única calle pavimentada de gran longitud- duerme plácidamente durante las noches y en las noches del fin de semana creo que la gran mayoría de los vecinos acompañamos desde nuestras camas las aventuras de los motoqueros locales.

A modo de aclaración debo decir que no tengo nada en contra del deporte motor de dos ruedas, pero ya cuando intervienen interrumpiendo mi descanso, me siento -y pienso que es el parecer de todos los vecinos de la avenida Roca y zona de influencia- invadido en mi más íntima privacidad.

Entonces, y desde mi humilde lugar de ciudadano de esta bella ciudad, insto a las autoridades correspondientes de turno a que apliquen las medidas necesarias para devolvernos, a mí y a todos los vecinos afectados, la tranquilidad y el silencio de los que se habla en las ciudades con respecto a General Fernández Oro, permitiéndonos un sano y reparador descanso.

Cristian M. Ormaechea

DNI 23.445.375 - Fernández Oro



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