Señores gremialistas, realmente su mezquindad no tiene límites. La actitud asumida el 1 de abril, movilizando por las calles de Neuquén mientras el pueblo argentino lloraba la pérdida de un estadista, verdadero hombre de derecho y ejemplo de integridad como el Dr. Alfonsín, es lisa y llanamente deplorable.

Un hombre que hasta su último suspiro demostró que la política es servicio por los demás, que procuró por todos los medios la paz de los pueblos, que jamás claudicó a sus principios, merecía una despedida acorde a su tamaño. Y todos, o la gran mayoría al menos, queríamos despedirlo como lo que fue: un grande y en un marco de paz y armonía.

Lamento la escasa cultura demócrata de esta dirigencia que dice representar a los docentes y trabajadores neuquinos. Me entristece que la predica y lucha incansable de nuestro ex presidente por los derechos humanos, la libertad sindical y la educación no haya mellado en ellos. Es evidente que sólo los utilizan como meras banderas proselitistas? una pena.

Gabriel Flores

DNI 12.818.274 - Neuquén