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"Dónde está la calidad institucional que quieren para el país" | ||
Esto se preguntaba en un virulento discurso, paradójicamente, el ex presidente "en funciones" y mandamás del Partido Justicialista Néstor Kirchner el jueves 5 de marzo pasado, durante el cierre de la campaña proselitista de la alianza entre él, Ramón Saadi y Luis Barrionuevo para las elecciones provinciales en Catamarca. También en dicha ocasión decía que "adelantar elecciones es de cobardes". El viernes 13 de marzo, luego de la derrota del Frente Justicialista por la Victoria en Catamarca (que sin lugar a dudas actuó como catalizador) la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, oficializó su intención de adelantar las elecciones legislativas nacionales para el 28 de junio, modificando la fecha establecida por ellos mismos en el año 2004 por ley (el cuarto domingo de octubre). El anuncio tuvo un invitado inusual: su esposo y antecesor. Kirchner apareció en Rawson, en medio del escenario oficial, en un virtual lanzamiento de su candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. "Los argentinos no podemos tener una serie de permanentes elecciones en esta crisis fenomenal", sostuvo Cristina para fundamentar la decisión y agregó: "...cuando el mundo se cae a pedazos y los pedazos se nos pueden caer encima". A partir de este suceso, quiero expresar mi opinión respecto de algunas cuestiones: 1) La primera reflexión, ineludible, es que lo institucional al matrimonio presidencial le importa lo que la nada. Esto no es novedad sino que asistimos a un nuevo capítulo del proceso de prostitución institucional que agobia al país. La jefa de Estado que llegó para restaurar las instituciones propone, de manera intempestiva y en una decisión inconsulta tomada en absoluta soledad, alterar las reglas de juego establecidas para la competencia justa, democrática, libre y transparente (V.gr. atenta contra la democracia interna de los partidos políticos y dificulta la organización de la fiscalización del acto eleccionario). En Estados Unidos, cuna de la fenomenal crisis económica internacional y donde más se sienten sus nocivos efectos, a nadie se le ocurrió modificar la fecha de las elecciones presidenciales sino que se eligió el primer martes de noviembre, respetando las reglas de juego y permitiendo la democracia interna de los partidos políticos. 2) Una segunda reflexión tiene que ver con un "ejercicio de memoria para los desmemoriados", cliché muy utilizado en sus discursos por la primera mandataria. Es menester recordar que, no hace mucho tiempo, afirmó que el país "está firme en medio de la marejada". Sin embargo, muchos opinan que hoy tambaleamos sin que siquiera el maremoto haya tocado todavía nuestras playas y esto tendría que ver con algunas de las verdaderas razones del adelantamiento del calendario electoral. 3) En tercer lugar, y ante el virtual lanzamiento de la candidatura de Kirchner para competir por una banca en el Congreso de la Nación por la provincia de Buenos Aires, se impone una pregunta: ¿está el ex presidente "en funciones" legalmente posibilitado para postularse? Néstor Kirchner nació en la provincia de Santa Cruz y aún conserva su domicilio en Río Gallegos, con lo cual no estaría cumpliendo con ninguna de las exigencias que demanda la Constitución nacional. El artículo 34 de la Carta Magna establece que vivir en un lugar como consecuencia de estar en ejercicio de un servicio federal (en este caso la Presidencia) no otorga residencia electiva. Esto tampoco es novedad: el kirchnerismo apeló dos veces en dos años a candidatos "importados" para encabezar listas. Fue en las elecciones del 2005 y del 2007. Primero impuso a Cristina Fernández como senadora por la provincia de Buenos Aires, pese a que hasta entonces ella representaba a Santa Cruz. Luego trasladó al porteño Daniel Scioli de la Capital Federal al territorio bonaerense para retener la Gobernación, porque era el único que garantizaba la victoria. Luis A. Pusterla DNI 30.272.926 - Neuquén |
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