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"Los invito a convivir en el barrio 24 horas" | ||
Soy, junto a mi familia (se compone de cinco integrantes, tres de ellos menores de edad), habitante de la calle Tucumán del barrio Juan José Gómez, donde es consabido se encuentra la vieja estación del ferrocarril, donde actualmente se encuentra la playa de maniobra de descarga y carga de yeso. Mucho se ha dicho sobre si la actividad que realiza es contaminante o no. Las autoridades, bien gracias, están de receso y no les interesa en absoluto la salud de la población, aparentemente el único interés existente es que la empresa siga trabajando (vaya uno a saber cuáles son esos intereses). Lo cierto es que en esos días en que las agobiantes temperaturas no nos dieron respiro, el polvillo que se emana producto de la descarga y carga del material (yeso) hizo insoportable poder sentarse en el patio o la vereda con intenciones de respirar un poco de aire fresco, pues lo más probable era que termináramos sofocándonos más aún. Más allá de la actividad que lleva adelante esta empresa, se debe sumar que algunos (no todos son iguales) de los camiones que transportan este material no lo llevan cubierto (lonas) y que las velocidades que desarrollan tanto para circular por la calle como para ingresar al mismo predio son una constante de estela de polvo del material y del polvo mismo del camino, lo cual torna la situación insostenible para quienes habitamos en esta calle. Paralelo a esto, contamos con la desgracia de que ambas banquinas de la calle Tucumán tengan una altura superior al asfalto, por lo que el paso de cada vehículo significa una nube de polvo ingresando a nuestros pulmones y a nuestros hogares, especialmente los chóferes de la empresa de colectivos 18 de Mayo, quienes no tienen el mínimo reparo en circular a una velocidad que, a mi manera de ver, resulta ser excesiva para un medio de estas características, implicando ello que la nube de polvillo que ingerimos vía nasal sea más amplia y densa. Invito a cualquier medio de prensa que tenga intenciones de hacer un trabajo de investigación serio respecto de esta problemática a convivir 24 horas en esta zona. Allí se podrán dar cuenta de que estas situaciones para nada son infundadas sino que es un problema constante que está sufriendo esta parte de la población. Propongo a su vez algunas medidas para que el municipio ponga en práctica, para así poder mitigar este sufrimiento que estamos padeciendo. Ellas son: la colocación de lomos de burro en intersecciones de calles Tucumán y Arturo Godoy Díaz, como así en Tucumán y Sáenz Peña (actualmente hay uno solo en Tucumán e Irene de Neyra, donde está la escuela N° 66); que se baje el nivel de las banquinas de la calle Tucumán para evitar que el paso de los vehículos deje nubes de polvo en el ambiente en su recorrido; por último que el regador, en su paso habitual por el barrio, también riegue las banquinas para mantener la tierra firme. No será la solución definitiva, pero sin dudas ayudaría a paliar esta problemática. Claudio Retamal, DNI 21.847.972 J. J. Gómez |
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