Apenas iniciado su trabajo político como presidente, el ciudadano abogado matriculado y empresario inmobiliario santacruceño Néstor Carlos Kirchner prorrogó por (¿"democrátiko"?) "dekreto" las licencias que vencían de todos los canales de televisión abierta de Buenos Aires por el término de una década.

Sí, leyó bien: diez años más, en lugar de que el Comfer convocase a los consabidos "concursos públicos de antecedentes y oposición" y/o licitaciones pertinentes.

La justificación fue la gigantesca deuda contraída por los grupos empresariales después de la enorme devaluación duhaldista; en la jerga: "licuación de pasivos".

En el final de su mandato presidencial y albores del de su cónyuge, la abogada matriculada Cristina Fernández, sentenció: "Clarín miente" y "TN: Todo Negativo" (en alusión al canal informativo de circuito cerrado -cable- del Grupo Clarín); esto, en cuanto arreciaron los cuestionamientos editoriales o de opinión contraria a los intereses del citado matrimonio, que vive además desde 1983 de sus cargos políticos, desde ya elegidos siempre por parte del pueblo argentino.

¿Amigos o enemigos? ¿De eso se trata la política en nuestra querida nación ? Una vez más, con dolor ciudadano y sin sorpresa alguna, reitero: Argentina, país deliberadamente amnésico, hipócrita y mafioso.

Por mayoría, grande o chica, parece que nos hipnotiza hasta la fascinación el engaño diario a que nos sometemos nosotros mismos. Después, claro, seguirá el nunca bien ponderado: "Yo no lo voté".

Patricio Martín Orlando

DNI 12.491.854

Roca