Ante la delicada y difícil situación que vivimos los rionegrinos con motivo del conflicto gobierno-educación, llama poderosamente la atención que la clase política no haya intervenido para poner fin al problema. Les pregunto: ¿no les interesa?, ¿se olvidan de las promesas electorales: salud, educación, seguridad?... las frases que siempre se escuchan.

También asombra cómo se ha devaluado la figura del maestro: debemos pedirle disculpas y devolverle su dignidad. Ellos (los maestros) son los formadores de valores, de la conducta, del conocimiento y en sus manos tienen a niños y jóvenes de este tiempo, que son el futuro de la nación; los grandes protagonistas del mañana.

Educar es un derecho fundamental de todas las personas sin diferencias étnicas, religiosas, de edad o discapacidad. Educar es formar personas, desarrollar sus propias potencialidades y generar condiciones para lograr iguales oportunidades que atiendan a su dimensión individual, física, política, social, cultural, ética y religiosa. Educar es garantizar una formación permanente a lo largo de toda la vida.

Sería muy importante que el Estado asuma la responsabilidad de garantizar la educación de buena calidad para todos, atendiendo todas las necesidades para lograr ciudadanos responsables, transformadores de la sociedad, defensores de los valores que se basan en la verdad, la justicia y el bien común.

También, desde la familia, construyamos con esperanza el futuro de los jóvenes comprometiéndonos con la educación y trabajando junto con los maestros por un futuro mejor.

Roberto Mansilla

DNI 93.973.791

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