Creo que es verdad que estamos fragmentados y enredados como padres en este conflicto entre los docentes y el gobierno, pero también es cierto que en esto no hay nada nuevo, hace más de 20 años que estamos igual o mejor dicho peor, que la escuela a la que yo asistía a finales de los ´80 sigue teniendo los mismos problemas con la vieja caldera, por ejemplo. Además creo que no nos ponemos de acuerdo ni para luchar por nuestros hijos. He observado este año el conflicto más de cerca y me permito hacer algunos comentarios y algunas preguntas:

1) El 20 de mayo de 2008 la mayoría eligió seguir con este modelo de gobierno autista y ausente en cuanto a educación, salud y seguridad, digo la mayoría (parte importante que también se queja)... entonces ¿cómo ganaron la elección?

2) Nosotros como padres vivimos esperando que las soluciones lleguen mágicamente y no hacemos nada al respecto más que rezongar en el almacén del barrio y comentar con la vecina: "Che, viste que lío con estos maestros. ¡Siguen de paro!, ¡siempre lo mismo!". El día del guardapolvazo éramos menos que cuando Boca o River ganan el campeonato. ¿Eso es preocupación porque el niño no empieza las clases?

3) Los maestros que hacen paro y no están en las escuelas, no todos están en la carpa. También creo que la lucha no está en las casas de cada uno sino en el frente luchando todos juntos, digo todos. El soldado que derrota al enemigo es aquel que está en el frente de batalla no el que se queda en la trinchera. Los que no están en la escuela ni en la carpa ¿dónde están?

4) El día en que, como sociedad, entendamos que el problema de algunos siempre termina siendo un poco el problema de todos, que éste va más allá del salario de un maestro, que son nuestros hijos los que permanecen cuatro horas todos los días en establecimientos con peligros de electrocución, caídas de techos, calderas en mal estado (monóxido que mata), baños que no funcionan y ratones que pasean por los patios y a veces por los pasillos, ese día quizás podremos decir que hemos entendido. Ojalá no sea demasiado tarde para mis hijos.

Rosa Gutiérrez, DNI 21.390.235 - Bariloche