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"Hoy mis hijos me preguntan"

Queridos docentes:

Soy un papá que se encuentra indignado por cómo están llevando a cabo sus reclamos. Hoy mis hijos no tienen clases; hoy mis hijos están siendo privados de un derecho primordial que es recibir educación; hoy mis hijos me preguntan cuándo será el día en que puedan usar su cuaderno nuevo; hoy mis hijos me preguntan qué significa el reclamo docente y por qué es necesario cortar rutas y manifestarse de esa manera.

Mi respuesta es sencilla: todos tenemos derechos de reclamar y manifestarnos a favor de un sueldo digno, pero a lo que no tenemos derecho es a impedir que los demás se vean limitados a acceder a tales derechos.

Muchas veces a lo largo de los años lectivos ustedes han sido aquellos que, desde su lugar de trabajadores de la educación, han tenido que enseñarles a nuestros hijos todo lo relacionado con los derechos de los niños, derechos que hoy son ustedes los primeros en no respetar.

Me hubiera gustado ver a todos los maestros de Río Negro manifestándose. Pero me pregunto: son sólo decenas, cien, mil a lo sumo, ¿dónde están todos los que deberían reclamar? Seguramente tranquilos en sus casas o aprovechando los últimos días de verano, no lo sé...

Sólo sé que existen diversas maneras de reclamar sin involucrar a los demás, sin involucrar a los niños. Una de ellas es reclamar desde su puesto de trabajo, otra es hacerlo fuera de los horarios escolares. Por eso, señores trabajadores de la educación, háganlo de forma responsable sin afectar a nadie, manifiéstense a partir de las 18, salgan a las calles, hagan marchas, cánticos, murgas y comparsas, salten, griten y luchen... Pero a las siete de la mañana, señor trabajador de la educación, tómese un café, póngase su guardapolvo blanco y preséntese a su lugar de trabajo que allí hay niños esperando poder usar sus útiles y recibir la educación que hoy se les está negando.

Me gustaría decir algo más a todo esto. Dejen de poner la escuela pública como bandera argumentando que luchan por ella, porque todos sabemos que es una mentira. Usted, señor maestro, reclama sólo por su bolsillo y eso está más que bien.

Gustavo Meñica

DNI 23.121.046

Cipolletti



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