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"Sólo es cuestión de gusto"

Con respecto a la carta de lectores publicada en este diario el martes 3 de marzo pasado titulada "La carpa avanzó y está pasando por Allen" quisiera hacer algunas observaciones al señor Bilo:

Antes quisiera aclararle que soy un acérrimo protector de nuestro río y coincido en muchas de las cosas que usted expone en su carta.

Primero la carpa es una especie introducida, hoy hasta se pueden ver en el río carpas naranjas, las ornamentales. Esto es nefasto seguramente para nuestro ya deteriorado río. Sin embrago quiero aclararle que las tan preciadas trucha marrón y la arco iris también son especies introducidas. Y son especies que hoy se protegen por ley por el simple hecho de que son atractivas para la pesca.

Pero esto no quita que hayan destruido y competido con las especies que estaban presentes aquí. Cabe mencionar al respecto que existen personas que consideran sumamente loable cuidar y devolver estas especies después de pescarlas. Sin debatir este tema, creo conveniente enfatizar en que ambas especies son introducidas.

Con esto quiero llegar al punto de interés: pescar carpas y pescar arco iris es una cuestión de gustos. Y también una cuestión económica. Es decir: protegemos un recurso económico introducido. No sólo eso sino que sembramos para que siga abundando. No así con nuestras especies que están en muy mal estado y no existen programas para reintroducirlas.

Si nos basamos en que son un recurso económico, pues la carpa también lo es. Y se podría explotar de alguna manera que resulte provechosa.

Insisto: no disiento con usted en lo nefasto de la introducción y ojalá diera el nombre de la persona que las trajo para que por lo menos se lo exponga públicamente por delito ambiental. Pero para mí, personalmente, la carpa, la marrón y la arco iris son la misma cosa. Una plaga para nuestro río. La diferencia está en el gusto de cada uno.

Para finalizar quisiera también llamar la atención sobre muchos comercios que venden mascotas exóticas sin control. Muchas de éstas, extremadamente peligrosas para nuestra producción y para las especies locales. Y también las que se han introducido intestinalmente sin ningún tipo de estudio de impacto ambiental. Como ejemplo podemos citar el camoatí, la chaqueta amarilla, el jabalí, el visón, el castor y otras tantas. Esto también es un problema tan grave como la introducción de la carpa.

Como reflexión pues ya los he visto en algunas pajarerías: espero nunca ver a bandadas de estorninos pinto (una de las plagas más nefastas) devorándose nuestras frutas.

Gustavo García

DNI 22.139.287

Roca



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