Leyendo "La Comuna" tomé conocimiento de los pormenores del desplazamiento de la conducción del PAMI local de mi amigo y colega César Di Pascual.

Aclaro que desconozco las razones, si es que las hubo, que motivaron tal decisión.

Pero lo que sí quiero decir es que la forma, tal como la describe el medio citado, como se desencadenaron los actos que llevaron a su corrimiento me provocaron una mezcla de dolor y vergüenza ajena.

La repetición de actos carentes de estilo, de clase, de formas, de modales, a los que pretende acostumbrarnos este gobierno, no deben hacernos olvidar o hacer que tomemos como natural la falta de educación.

Tampoco debemos permitir que nos hagan confundir informalidad con vulgaridad, o que nos hagan olvidar que el estilo debe acompañar siempre todo acto humano.

Señor interventor: "Lo cortés no quita lo valiente".

El haber hecho renunciar a un funcionario sin tenderle una celada no restaba eficacia al despido.

Pero quizá en el país donde la soja es tildada de "yuyo" ya nada deba sorprendernos.

Vaya todo mi respeto y cariño para César.

Héctor Trápaga

DNI 12.262.516

Roca