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"No es ignorancia, es mentira" | ||
Sr. Ramón González: lamento muchísimo que por una sarcástica ¿ignorancia? haya plasmado tantas mentiras y ofensas graves en su carta de lectores del diario "Río Negro" del 11 de marzo del 2009. Hacer comparaciones paralelas entre el Estado de Israel y el Tercer Reich nazi hiere profundamente a todos los judíos, incluso a los contrarios al sionismo, que no es mi caso, y a muchísimos individuos de diversas nacionalidades que sufrieron directa o indirectamente el terrible régimen nazi. Debe saber usted y los lectores de este diario que la solución final al problema judío propuesta por los nazis era la aniquilación total (asesinato) no sólo de ellos, sino también de los gitanos y otras minorías del mundo, por el solo hecho de tener alguna ascendencia familiar aunque fuera lejana con esas colectividades. Así se mataron a seis millones de personas de distintas y muy planificadas maneras, fusilamiento, hambre, gases, crematorios, etc., etc. En sus comparaciones habla de ¿genocidio palestino? como si los israelíes se hubieran propuesto matar a todos los palestinos, lo que es una mentira absoluta. Además comparar lo que ocurrió en el gueto de Varsovia, donde fueron encerrados miles de judíos y aniquilados totalmente, primero por el hambre y las enfermedades; llevados a los campos de exterminio en vagones de ferrocarril para ganado y por las armas después de una heroica y desigual resistencia es una terrible mentira. Los pobladores palestinos de la Franja de Gaza tienen una frontera marítima y otra con un país árabe, Egipto, además de la que poseen con Israel. Por eso me siento ofendido en la memoria de los héroes del gueto de Varsovia, que no tenían más que un solo camino, morir encerrados por ser ¿judíos? Las otras comparaciones que hace también se basan en falacias absolutas y por razones de espacio no puedo refutarlas públicamente una por una, pero le aclaro que no le acepto las disculpas que usted pide y atribuye a ignorancia, y yo a una deliberada intención de difamar al Estado de Israel. Como descendiente de dos familias polacas judías que fueron casi totalmente aniquiladas por el Tercer Reich, tengo la obligación moral de responder y rechazar las infames comparaciones que usted hace. Ademas quiero expresar públicamente mi solaridad y pesadumbre por las muertes, lesiones, ataques, etc. que sufren y han sufrido los palestinos, los israelíes, los iraquíes, los argentinos, los españoles, los estadounidenses y tantos otros pueblos que de alguna manera fueron y son diariamente golpeados por los irresponsables terroristas. En el caso del conflicto palestino-israelí, espero que sigan existiendo canales de diálogo y comprensión entre ambos pueblos para que puedan convivir y vivir en paz y armonía. Y creo que los que estamos mirando desde afuera no debemos echar más leña al fuego sino que tenemos que apoyar los esfuerzos de entendimiento, conocimiento y comprensión entre los contendientes. Su carta no es un eslabón para la paz entre palestinos e israelíes, sino un grosero intento de ofender y desacreditar a uno de los bandos en lucha, concretamente el Estado de Israel, y a los judíos, que tienen tanto derecho de existir como cualquier otro en el mundo. Termino esta carta con pena, como dijo Marcos Aguinis: "Los terroristas están ganando la campaña que enciende el odio en vez de conducir a la moderación, el diálogo y la paz. Para ellos es mejor que muera un palestino a que muera un israelí, por eso los usan de escudos humanos". Israel y los palestinos deben fortificar una buena relación entre los sectores pacifistas y racionales de ambos lados. Ya se ha realizado mucho y bueno entre ambos, aunque de eso se habla poco. Tiene que hacerse más y ése es un gran desafío. Samuel Salvador Cravchik Judzik DNI 7.562.532 Neuquén |
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