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"Siento su indiferencia por el hospital"

Hace 26 años que transito (como paciente) los servicios del que fue el pujante y glorioso hospital "Castro Rendón" y en ese tiempo transcurrido coseché amigos, me sentí cuidada y bajo su protección. Pero fui viendo cómo se diluía poco a poco su fortaleza, cómo lucharon y lo hacen en silencio, anónimamente, sus médicos, enfermeros, técnicos y todos los que allí trabajan porque aman el hospital. Aquellos que juraron con el corazón, con profesionalismo, son los mismos que a falta de insumos tratan de paliar el dolor de sus pacientes con cariño y dedicación.

Ahora somos nosotros (los que tanto recibimos de ellos) los que tenemos que apoyarlos, nos necesitan. El Estado los olvidó, nuestros gobernantes no están interesados, pagan tanto esfuerzo y dedicación con sueldos miserables, negocian con la salud, con el dolor y hacen que todo se derrumbe: el servicio, los pacientes y sus profesionales.

Ellos sufren con nosotros, conozco muchos casos en los cuales esta situación de inoperancia les genera impotencia por no poder aportar más que sus conocimientos (como si esto fuera poco). El desgaste físico, moral y el manoseo de los dirigentes, sindicalistas, etc. que lucran en beneficio propio, pensando sólo en ellos.

Señor gobernador: qué poco le importa a usted la salud de sus ciudadanos, como afiliada al partido (y encima lo voté) siento su indiferencia por el hospital y sus profesionales, usted traicionó a su pueblo y no honró el apellido que lleva; don Felipe no hubiera permitido que esto sucediera.

Apelo a que tenga un gesto de nobleza y se informe personalmente, dialogue sin intermediarios con los que allí trabajan. Tal vez así comprenda de qué se trata (si es que usted lo ignora), infórmese, pero desde las raíces, no desde el aire, despójese por un rato de su investidura y ocupe el lugar de los que trabajan con y por la gente, quizás así sí les dé una mano cuando compruebe cómo se multiplican para atender con lo mínimo y por un magro sueldo. Tiene la oportunidad de reivindicarse con los neuquinos y con la ciudadanía en general, pero por sobre todas las cosas con usted mismo.

Su antecesor -"el innombrable"- comenzó la etapa de destrucción, quisiera creer que usted no la completará.

Ester H. Sanz, DNI 6.644.028

Neuquén



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