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El lunes 26 de enero en horas de la tarde fui a dar un paseo por el centro de nuestra ciudad junto con mi marido y dos de mis nietos. Todo transcurría muy bien hasta que me desvanecí en dos oportunidades; mis nietos lloraban y mi esposo asustado decidió llevarme al hospital.En el camino nos encontramos con agentes de tránsito, en su mayoría femeninos, y entre sueños escuchaba que discutían con mi esposo. No nos querían dejar pasar, querían labrar una infracción por doblar a la izquierda en Villegas y Kennedy. Explicamos que había sido porque yo estaba inconsciente y no sabía qué era lo que me pasaba. Mi esposo les pedía por favor que lo dejaran avanzar y que lo siguieran hasta el hospital para que una vez que yo fuera asistida les entregara la documentación y les firmara la boleta.No puedo explicar lo impotencia que sentí por el maltrato y la falta de respeto a mi persona y principalmente a mi salud. Señores inspectores del tránsito: ¿acaso ustedes sabían qué era lo que a mí me estaba sucediendo? Respetemos la vida y la salud de las personas.Para finalizar les comento que llegué al hospital a las 18:40 y estuve internada en observación hasta las 2 de la madrugada del martes, lo que está certificado por el Dr. Gutiérrez, quien estaba de guardia.Les pido que recapaciten y no traten mal a la gente; respeten la vida humana. Gracias a Dios estoy bien y no fue grave lo que me sucedió, ¿pero si lo hubiese sido? ¿Y si esos minutos que estuve detenida por ustedes, señores inspectores, hubieran sido cruciales para mi vida? Marta Raquel Burgos, DNI. 4.848.881 - Roca
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