Yo no sabía nada del policía Garrido, pero a través de los vecinos de San Isidro me enteré de él. Es por eso que decidí escribir esta nota.

¡Qué ejemplo de persona era y qué ejemplo para un educador, un policía, un gobernante, un médico, un profesional, un político, un presidente!

Se preocupaba por todos y solamente trabajaba para todos.

Sin duda él tenía una auténtica vocación que manaba de su interior naturalmente. Qué hermoso sería que a todos los argentinos nos guiara una vocación como la que tenía el Sr. Garrido. Es así como se hace un país grande y único.

Zaira Irma Pinto

DNI 3.906.939

Neuquén