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"El modelo original de Hidronor se diluyó"

A través del historiador y periodista Héctor Pérez Morando y de su carta publicada el 29 de enero, me enteré de la reciente reunión de confraternidad de ex hidronistas. Es saludable que habiendo pasado tanto tiempo se mantenga enhiesto el espíritu de la desaparecida empresa. Es la mejor prueba de que Hidronor era un buen modelo institucional y por eso dejó su estela.

En sus primeros cinco años de existencia Hidronor se ajustó a la ley de su creación en materia de cantidad de personal. En noviembre de 1973 asumí su presidencia, sucediendo al recordado Dr. José María Guido, ex jefe de Estado, con 199 agentes, incluidas todas las categorías. Cuando dejé el cargo, revistaban 198. Luego la grilla se amplificó hasta superar los 1.500 o más. El modelo original, pequeño, operativo, eficiente, desburocratizado se diluyó fuertemente.

Hidronor, conforme su creación, tenía sólo tres objetivos: regular las crecidas, proveer energía y brindar riego. Este último no se cumplió debidamente. Y la provisión de energía devino en un electroducto al área metropolitana hasta el punto de que no se previó una bajada de electricidad, con su correspondiente transformación, en el propio Comahue. Además, nunca se fijó la tarifa preferencial Comahue, la excluyente manera de incentivar las inversiones y de atraer población.

Tratamos, con el concurso activo de toda la región -desde los gremios empresariales y obreros hasta las Cámaras de Comercio de las ciudades y todos los partidos-, de transformar a Hidronor en una especie de corporación de desarrollo regional, al estilo de lo que Roosevelt hizo en el valle del Tennessee en los años treinta. Así, las finalidades se extenderían al turismo y navegación recreativa, pesca deportiva, forestación, consultora para estudiar la factibilidad de la radicación de industrias electrointensivas, órgano confiable para concertar o consorciar iniciativas y capitales. Y mucho más, incluidos la irrigación de un millón de hectáreas en el Valle Inferior, el asentamiento de migrantes nacionales y extranjeros y, sobre la base de la Villa de El Chocón, promover una gran nueva ciudad al modo de Carcabel, que Itaipú hizo nacer de la nada y hoy es una esplendorosa ciudad de 200.000 habitantes.

Pensamos que la mejor fuente de trabajo no era hacer engordar la burocracia de Hidronor sino que la empresa impulsara el desarrollo del Comahue. Éste sería constructor de empleo y promotor del despegue asombroso de una región que hoy, sin que se plasmasen esos sueños, muestra de todos modos su pujanza.

Quizás pueda restaurarse aquel modelo pensado por Guido y Gadano -para nombrar a los políticos, con injusta omisión de muchos otros- en los sesenta. Ahora podría ser Hidrosur y encargarse de Cóndor Cliff, La Barrancosa y toda la cuenca del río Santa Cruz. Pero, "segundas partes...".

Quiero saludar al diario "Río Negro" por posibilitar que se memore un modelo institucional -Hidronor- que, con sus más y sus menos, fue infinitamente más positivo que muchos otros que hemos experimentado y sufrido.

Alberto Asseff

Ex director y ex presidente

de Hidronor (1973-1974)

grandespampas@yahoo.com.ar



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