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"Todo seguirá igual si sólo se atiende el tema salarial" | ||
Los conflictos con los gremios docentes llevan décadas repitiéndose. Plagaron de huelgas a todos los gobiernos democráticos. La bandera que alzaron fue la defensa de la educación pública y la mejora del sistema educativo. De los ´70 hasta nuestros días sólo hemos visto un continuo deterioro de la educación en la Argentina, abandonando el prestigio de aquella época para colocarse en un decadente lugar junto con las peores de Latinoamérica. En el mismo período, la educación privada multiplicó su matrícula y esto no precisamente como consecuencia del enriquecimiento de la población. Queda claro entonces que los gremios no han tenido las ideas, los proyectos ni la capacidad para lograr su noble objetivo. Los sucesivos gobiernos, por cierto, tampoco. La misión de los sindicatos es lograr mejores salarios y condiciones laborales para sus representados. Resulta legítimo que así sea. Los gobiernos han sido en estos años voluntarios o involuntarios aliados de los sindicatos docentes. Sin avanzar en el fondo de los problemas, mantenían el sistema decadente abonando un juego perverso: ellos hacen que le pagan un sueldo y los docentes hacen que trabajan. Una cultura miserable. La sociedad mientras tanto observa, expectante, la resolución de este juego patológico. Puesto así, el sistema requiere entonces de una profunda reforma que, inexorablemente, debe ser encarada por el gobierno nacional y las provincias. El primero porque tiene la responsabilidad ineludible de definir la política educativa, asegurando las mismas oportunidades y calidad para los alumnos de todo el país. Las segundas, porque deben asegurar la infraestructura, los presupuestos y la conducción de los recursos humanos. De los gremios no debemos esperar mayores contribuciones, sencillamente porque no les corresponde, de la misma manera que SMATA no es la encargada de aportar las soluciones a la crisis de la industria automotriz. La obtención de mayores recursos que se apliquen a la reconversión del sistema educativo deberá prever aumentos significativos en los salarios docentes. Previamente será necesario un gran acuerdo que termine con los vergonzosos beneficios que otorgan los distintos estatutos docentes, que han transformado a la actividad en un conjunto de aprovechadores holgazanes. Deben saber los maestros que ningún trabajador que goza de licencias abusivas, baja dedicación horaria, descansos prolongados, inexistentes evaluaciones de desempeño e idoneidad, inserción laboral automática y estabilidad asegurada, puede a la vez pretender una buena remuneración. Es responsabilidad de los gobiernos avanzar en la solución de los problemas del sistema educativo. Todo seguirá igual si sólo se atiende el tema salarial. No es esperable que en esta solución algo aporten la Unter, ATEN o CTERA. Probablemente ni siquiera les convenga hacerlo. Horacio López CI 10.896.266 Roca |
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