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"Apología de la muerte, irracionalidad"

Es la única forma que encuentro de calificar lo expresado por la señora Susana Giménez luego del asesinato de que fuera víctima una persona allegada a su entorno artístico-laboral.

Nada hay que justifique una muerte y no hay una muerte distinta de otra. Solamente el entorno en que se produce el hecho puede crear distintas reacciones, pero nunca para justificar que una muerte por otra pueda compensar sentimientos y mucho menos que sea ésa la mejor manera (para la señora la única) de establecer justicia.

Con opiniones a favor y en contra debe reconocerse que por su trayectoria la señora Giménez se ubica en un lugar y en un contexto desde donde sus mensajes llegan con profundidad a la sociedad, que los acepta con un elevado grado de credibilidad. Por lo tanto, quien se encuentra en esta situación debe tener muy en cuenta lo que dice porque sabe perfectamente las consecuencias. "El que mata debe morir" y "terminen ya con eso de los derechos humanos" son dos expresiones vertidas por la señora Giménez, sin duda en un momento muy especial, pero que aun así no dan lugar a calificarla de otra manera que lo expresado en el título.

Sepa, señora Giménez, que "eso de los derechos humanos" a lo que usted tan despectivamente se refiere es precisamente lo que le permitió decir semejantes barbaridades, aprovechando además el privilegio de ser considerada como lo es por los medios de comunicación. Sepa, señora Giménez, que hablo (o escribo) desde una posición en la que más de 30 años de espera de justicia (no la que usted exige) me enseñaron a pensar y actuar de una manera muy distinta a la suya y que, pese a todo, sólo pasó por mi mente la idea y necesidad de pedir justicia.

Y le advierto que no personalizo mis expresiones en este sentido porque se trate de una actitud personal. Sepa, señora Giménez, que somos miles los que estamos en esta situación, pero jamás se nos ocurrió pensar como usted.

Las expresiones suyas, que sin duda reflejan sus pensamientos, no hacen nada más que demostrar en usted un desprecio total por la vida y una insensibilidad hacia la sociedad cercana a la irracionalidad. Y no será suficiente una disculpa ni la gastada frase de "sacado de contexto", si intenta usted dar una explicación. Seguramente usted seguirá siendo quien es, nada cambiará su trayectoria, pero el repudio a sus expresiones quizá la lleve a indagar en su conciencia.

 

Oscar Ragni

LE 7.385.689

Neuquén



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