Hace un tiempo mi mamá fue a realizar unas compras a un hipermercado (que viene de un país del Primer Mundo, aunque parece del décimo) y se encontró con muchos baldes y fuentones con agua sucia.

En ese pasillo que se ve en la fotografía es donde mi mama se cayó al resbalar porque estaba mojado el piso. Tuvo contusiones leves y un dedo se le dobló para atrás.

La atendieron de inmediato y se realizó la denuncia pertinente en el derecho del consumidor. Luego nos enteramos de que un adolescente que sufría del corazón casi tuvo un infarto por la falta de aire adentro del local.

O sea que a veces apagan el aire para que no caiga agua en los pasillos, sin medir las consecuencias.

Ahora me pregunto: ¿semejante bestia de hipermercado del Primer Mundo no puede arreglar el aire acondicionado y poner en condiciones el local? Ellos viven de la plata que les dejamos nosotros, los argentinos. Le dejamos nuestro dinero y encima el cliente entra sano y ¡sale con contusiones leves de las resbaladas que se da mientras realiza sus compras! ¿A ustedes les parece que nadie diga nada y todos hagan la vista gorda, empezando por la municipalidad?

Nosotros, los ciudadanos que dejamos nuestro dinero ahí, merecemos realizar nuestras compras seguros.

Karina Degenaro

DNI 22.626.683 - Neuquén