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"Qué bronca y tristeza me da esto"

Los trabajadores de la fruta hacen huelga, los trabajadores del frío hacen huelga, los trabajadores rurales hacen huelga, los trabajadores del empaque hacen huelga, los productores hacen huelga de participación.

Los dirigentes de los obreros negocian números con los ricos de la fruticultura. El ministro de Producción de la provincia dice que hay un pacto entre CAFI y los dirigentes gremiales porque hay una sobreproducción de Williams y ésta no está vendida.

El Ministerio de Trabajo les da diez días a los integrantes de la comisión negociadora para que se pongan de acuerdo. Los calores hacen que la fruta siga madurando. Los productores, ahora denominados chicos o medianos, de una forma u otra se las rebuscan, se lamentan.

Los pooles del mercado frutícola, haciendo actos de sinceridad, dicen que el productor chico ya no existe; se olvidan de quién formó el Valle.

Declaraciones juradas para subsidiar el impacto económico que toda esta situación acarrea, gran parte de los funcionarios provinciales de vacaciones. Cinco o seis personas comiendo choripanes impiden el ingreso a los galpones frutícolas. Veinte o treinta, con mucho fuego, cortan las rutas.

En un hermoso clima, imposible no quejarse de éste también, vive el Valle en plena época de actividad para generar las divisas que servirán para poner en marcha el motor económico de esta superciudad de casi un millón de habitantes, con ingresos de casi mil millones de dólares, beneficiando a muy poquitos y perjudicándonos a la gran parte de la sociedad.

Qué tristeza me da la voracidad financiera y el abuso desmedido de otros, olvidando el bienestar y progreso del primero de esta cadena.

Viven los obreros, viven los fleteros, viven los comisionistas, viven los barcos, viven los puestos de fruta, viven los bancos, viven los "agentes financieros", viven los concesionarios, viven los comercios, viven los funcionarios, viven los dirigentes, viven cada vez mejor los comercializadores de la fruta pero no vive el creador de la fruta. ¡Qué bronca y qué tristeza!

 

Mario A. Sogo

LE 7.871.463 - Roca



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