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"Ojalá vuelva a ser un paraíso"

Es mi interés compartir con usted y los lectores una seria preocupación que me surgió durante mi estadía en el balneario Las Grutas. Hace más de diez temporadas que voy a este lugar y con satisfacción pude ver cómo fue mejorando la oferta de alojamiento y el ordenamiento urbano del lugar. Sin embargo, para quienes como a mí les interesa disfrutar del paisaje maravilloso que ofrecen las playas ubicadas al sur de la ciudad, se puede tornar casi una tortura hacerlo.

La contaminación visual y auditiva es tan importante como la de las aguas, la basura, etc. Grande fue mi sorpresa cuando con mi familia nos instalamos en la playa que está a continuación de "Las Coloradas" y nos vimos literalmente invadidos por los four trax que, cómodamente, circulaban a considerable velocidad entre "los desafortunados mortales que quisimos disfrutar de la paz del lugar". Además del intolerable ruido, debimos soportar las maniobras temerarias de los pseudoconductores -no importa la edad , los "nenes" tienen que entretenerse- que parecen disfrutar mucho más si pasan cerca de la gente y en ese momento aceleran.

Pero además, cuando ellos descansaban apareció en el cielo un aparato que reemplazó el barullo de los cuatriciclos. Ese aparato -bastante más feo que un ave marina, por cierto- sobrevolaba sobre nuestras cabezas con un sonido francamente insoportable para deleite de una sola persona: la que pagó para que la paseen por el aire. Conclusión: ese lugar es solamente para ellos.

No me parece justo ni ambientalmente correcto y no me resigno a lo que me dijo el papá de una nena que recién comenzaba a caminar y decidió, junto con nosotros, huir de ese "paraíso": "Sí, es un desastre este lugar, pero qué le vamos a hacer, ¡estamos en Argentina!".

Espero que el año que viene, ese lugar sea el paraíso que debe ser.

 

Graciela S. de Sympson, DNI 10.246.086

Bariloche



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