Al principio se negaban a que pudiéramos elegir a nuestros representantes, ignorando la redacción del artículo 226 de la Constitución provincial por la cual debimos haberlo hecho hace ya mucho tiempo, argumentaban que había que esperar, que éste era el advertimiento de los políticos en el pueblo, que aumentarían los impuestos, que la planta política sería sobredimensionada, que intereses ajenos a la localidad se apoderarían de nuestra identidad, etc. Pasaron 60 días y ya demostraron quiénes son y a qué intereses responden.

Conformaron el Partido Convocatoria Vecinal de Dina Huapi, el apéndice de un partido político nacido en un barrio populoso del IPPV de Cipolletti, que tiene su dirección legal en la calle Tucumán Nº 15 de la ciudad de Viedma, vivienda personal del director de Comisiones de Fomento, Carlos González, funcionario del gobierno provincial, hoy apartado de sus funciones por una grave denuncia respecto del pago de una obra pública.

Digamos que cambiaron de jefe, de un ministro de General Roca, a un dirigente barrial de Cipolletti, pero mantienen al señor Hugo Cobarrubias como referente.

Basta con un recorrido por las comisiones de fomento de la provincia y una pequeña conversación con sus pobladores para tomar absoluta conciencia de quién es esta persona que debería velar por los intereses de los pobladores rurales de Río Negro. Imagine usted que fue separado de su cargo por el gobierno de la provincia por supuestos hechos ilícitos.

Yo, particularmente, no trabajé durante mucho tiempo para mantener el mismo capataz, cambiando de patrón, sino que lo hice desde el convencimiento de que era posible un cambio de la dirigencia, que era posible nuestra independencia, que pudiéramos elegir libremente, que podríamos romper las cadenas que nos atan a los iluminados con intereses que no saben de dónde los sacan, porque para ellos Dina Huapi es un lugar de paseo, ni siquiera pernoctan en nuestro pueblo, se van a Bariloche a disfrutar de su casino y otros atractivos nocturnos, donde seguramente harán ostentación de sus abultados ingresos.

Quienes adhieren a esta posición merecen mi más absoluto repudio, pero más que esto recibirán el repudio de sus hijos y nietos, por ser ellos quienes quieren hacer posible que estos sujetos se apoderen de su futuro. Siempre mintieron, siempre supieron de qué se trataba esto, de una u otra manera han sido cómplices de una maniobra oscura.

Contra todo, estoy dispuesto a seguir enfrentando a estos sujetos, a denunciarlos, a echarlos como se merecen. Pero es una lucha muy grande, de la que todos los hombres y mujeres de bien tenemos que formar parte, tenemos que ser la opción frente a la ambición, tenemos que conformarnos como un gran grupo opositor. Ellos quisieron negarnos la posibilidad de elegir a nuestras autoridades y ahora pretenden erigirse como tales.

No podemos dividir fuerzas, la unidad de todos los vecinos de buena fe es la garantía de que no pasemos a ser un barrio de Cipolletti.

Leonardo Domínguez

Vecino de Dina Huapi

DNI 18.084.474

Presidente de la comisión normalizadora

Comité seccional de la Unión Cívica Radical