La actividad deportiva en Neuquén no está pasando por su mejor momento. Las razones son varias pero la síntesis del problema radica en la poca participación ciudadana en las entidades deportivas, llámense federaciones, clubes, asociaciones barriales. ¿Quién se ocupa de nuestros niños y jóvenes si no somos nosotros, los adultos? Si tuviéramos más participación, tendríamos mayor renovación en nuestros dirigentes y los esfuerzos que éstos realizan serían menores. Tendríamos más gente trabajando, conteniendo a nuestros hijos y también controlando el buen uso de los recursos: humanos y económicos. El deporte es el mejor negocio para nuestro futuro, pero debemos cambiar los hábitos de nuestros jóvenes, lo que será una dura batalla.

Por si fuera poco, los costos de operación de las instituciones deportivas se han incrementado considerablemente debido, en su mayoría, a la masa salarial del personal que, combinada con la falta de socios, pone en riesgo la continuidad de las mismas.

Está visto que no podemos dejar todo en manos del Estado. Desafortunadamente el interés de nuestros funcionarios públicos difiere de las necesidades por momentos urgentes de nuestros deportistas, logrando frustraciones en jóvenes de excelente rendimiento deportivo a los cuales se los abandona por no solventar, por ejemplo, un viaje a Buenos Aires.

No existe una política de Estado con respecto al deporte, política ésta que debería consensuarse entre todas las organizaciones comprometidas en su difusión y desarrollo. Tampoco está en vigencia la ley del Deporte N° 840, a raíz de lo cual los recursos los fija el funcionario de turno de acuerdo a las necesidades generales y no con montos fijados por ley.

No está claro cuál es la idea que tiene el gobierno con respecto al deporte. ¿Queremos ampliar la base de deportistas, apoyar al deporte federado, privilegiar la alta competencia, tener superdeportistas en los cuales los demás se reflejen? Qué presupuestos se manejan para unos y otros?

¿Por qué se consigue dinero para el Showbol y el Dakar con tanta facilidad y no podemos brindarle un refrigerio a nuestros deportistas porque "no llegó el dinero"?

Muchos interrogantes y pocas respuestas oficiales, sobre todo las formales.

La Confederación Neuquina de Deportes (entidad civil con personería jurídica) está transitando una situación heredada, bastante compleja, de la que esperamos poder salir pronto con la ayuda de los dirigentes de las federaciones que la integran. Debemos lograr una institución fuerte, con peso propio, para poder incidir, por ejemplo, en nuestros legisladores, en la reglamentación y puesta en marcha de la ley 840 y en el control de los recursos que se vuelcan al deporte. Hoy no se conoce el presupuesto y los funcionarios son reticentes a darlo a conocer, ¿por qué será?

Por último considero necesario que comerciantes, empresarios, grandes firmas colaboren y se involucren también con nuestros deportistas. ¿O sólo el gobierno es neuquino?

Las opiniones vertidas son a título personal, quedando abierto el debate de ideas.

Ricardo Dougall, DNI 10.532.537

Presidente de la CND

Neuquén