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"Pedir que el pescador sea castigado por una trucha es totalitario"

No me gusta hacer nombre propio pero el señor Luis Aracena en su nota del día 17 de enero se arroga la creación de la escuela de pesca del club de Pesca y Náutica El Biguá, debo aclarar que dicha escuela fue creada por sus socios en la década del ´40 que sí luego, al agregarse la pesca con mosca, las primeras reuniones de introducción y divulgación fueron dadas por socios del club de Caza y Pesca Nahuel Huapi de San Carlos de Bariloche, más precisamente por el señor Willi Maas que ataba las mejores moscas que he conocido y usado.

Señor Luis: este sayo le queda grande. Su paso por el club fue muy efímero casi sin importancia, el que contribuyó por largo tiempo (años) a la difusión tanto del atado como la conformación del equipo fue mi estimado amigo (el Negro) Héctor Sainz.

Me agradaría que alguno de los cientos de aficionados que concurrieron a sus cursos relataran sus vivencias y anécdotas de esos años. Usted asegura que nunca lo corrieron ni sancionaron porque respeta las leyes. Señor, aquí en esta actividad no hay leyes, lo que sí se "impone" es un reglamento con su filosofía elitista, cómo no lo va respetar.

Lo que el señor Luis Aracena no entiende es que los ambientes y el nivel que frecuenta nada tienen que ver con las otras capas de la sociedad, que no tienen acceso ni pueden frecuentar, por tener otra educación y medios económicos, por provenir de otras provincias e incluso países donde las costumbres son distintas y hay que comprenderlas puesto que con ellos convivimos y mal que le pese nuestra Constitución nos iguala por aquello de: para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino.

Solicitar al señor gobernador de catalogar al pescador dominguero y que sea castigado como delincuente por llevarse una trucha a su casa es demasiado totalitario. El cuidado sustentable del recurso ictícola y la pesca llamada deportiva es como una escalera que se sube peldaño a peldaño y nos mejora en el trato, pero no en el fin; intentar seguir luego que éstos se terminan significa caerse para el otro lado y convertir esta actividad en un acto sádico. Pedir el uso de la fuerza pública y judicializar al pescador significa violencia y también el fracaso de la gestión de funcionarios, por no admitir disensos, por no saber o no querer buscar un equilibrio consensuado. ¿No le bastó la muerte de un ciudadano pescador, un padre de familia muy joven (por una trucha)? (Aquí cabría un buen insulto) ¿o es que el fundamentalismo le ha cerrado la mente?

Dudo que la Honorable Legislatura provincial o el señor gobernador acceda a su pedido, y esperar otro régimen totalitario no creo que le resulte, no quisiera desalentarlo pero creo que va a tener que esperar bastante, le recomiendo que se adapte a convivir con la sociedad que tenemos y recuerde solamente que las legislaturas dictan leyes. Siempre se ha comprendido y para eso se trabajó mucho en los clubes a fin de preservar el recurso pesca, pero no a tal punto de prohibir y discriminar a quienes no usan las mismas artes.

Le sugiero ya que tiene tanto poder y apoyo nacional informático que inicie la campaña para erradicar la crianza de peces en cautiverio (jaulas) en aguas dulces, ¿qué calidad van a tomar nuestros descendientes? También la erogación obligatoria del escurrimiento ecológico de las represas, ¿qué reproducción puede haber? ¿qué forraje puede sobrevivir? Luche contra el vertido de las toneladas de excrementos al río Neuquén y Limay que ya contaminaron a río Negro eutroficando estos ambientes con la consiguiente proliferación de carpas, las que ya están debajo del compensador de Arroyitos. Opine algo de la pesca comercial que autoriza la nueva ley, con el desastre que esto significa, éste es un asunto que requiere algo más que una trucha arco iris. Atentamente.

 

Roberto Ornth

LE 7.563.911

Neuquén



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